Despues del 23 / Rodrigo Ramn Aquino

Hablemos, pues, de los rojos y de los verdes. Son los partidos políticos que se disputan la cabeza de la alianza oficial. Una fórmula de probada competitividad, por estructura, por recursos y por la propia operación política del aparato de gobierno. Tendrían muchas probabilidades de alzarse con el triunfo en la contienda electoral si ambos bandos impulsaran un solo proyecto, pero no es así.
El PRI ya lanzó su convocatoria para elegir al candidato a gobernador. Un proceso interno en el que participará el senador Roberto Albores Gleason y muy probablemente el presidente del Congreso, Williams Oswaldo Ochoa Gallegos. El PVEM haría lo propio el 20 de enero, pero han pedido prórroga para hacerlo el 23 del mes. Los rojos quieren alianza, los verdes ir solos.
Los rojos han vendido la idea a nivel central que si van separados del Verde, se deja paso libre al candidato de Morena (que indiscutiblemente será Rutilio Escandón Cadenas), y los Verdes aseguran tener la estructura y los votos necesarios para hacerse del triunfo solos o encabezando una alianza de partidos (para ello cuentan con dos apéndices: Mover a Chiapas y Chiapas Unido).
Pero en este justo momento no hay nada para nadie. En el calendario político de ambos partidos lo más importante, la prioridad, es formalizar o no la alianza, no los candidatos. El fuego, que de amigo no tiene nada, debe cesar. Serénense. La guerra sucia sólo los muestra ambiciosos desmedidos, alejados de la unidad y la democracia. Calma, Coita; después del 23 hablamos.

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