«Doble desaparicin»: invisibilizar a periodistas mexicanas desaparecidas

29 periodistas han desaparecido en México sin que hasta ahora se conozca su paradero. Tres de estas desapariciones son de mujeres

Diana Hernández / Cimac Noticias 

Ciudad de México.- Desde 2003, 29 periodistas han desaparecido en México sin que hasta ahora se conozca su paradero. Tres de estas desapariciones son de mujeres, cuyos casos han sido invisibilizados por el gobierno e incluso por sus propios compañeros de profesión.

Este 19 de mayo, activistas y periodistas abordaron la importancia de dar visibilidad a estos casos archivados por las Fiscalías y perdidos en la memoria del país, a través del conversatorio «Hasta encontrarlas. Mujeres periodistas desaparecidas», evento realizado en el marco de la Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres. En la plática participaron Itxaro Arteta, periodista de Animal Político; Balbina Flores, de Reporteros Sin Fronteras; Dalia Souza, de Zona Docs; y Patricia Monreal, de Revolución 3.0.

Según datos de la organización Artículo 19, las periodistas desaparecidas hasta este momento son María Esther AguilarAdela Alcaráz López y María del Rosario Fuentes. Para Balbina Flores, lo que impera en estos casos es la impunidad absoluta por parte de las autoridades, quienes –señaló– cerrarían las carpetas de investigación si no fuera por la presión de los familiares y de organizaciones de la sociedad civil.

Por otro lado, la periodista explicó que, aunque las carpetas continúan abiertas, no cuentan con mecanismos pertinentes para una búsqueda efectiva, además, no se ha contemplado al ejercicio del periodismo como una de las posibles causas de su desaparición. Esto, pese a que México es el segundo lugar del mundo más peligroso para que los comunicadores desempeñen su trabajo, de acuerdo con la Campaña Emblema de Prensa.

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María Esther Aguilar: un ejemplo de invisibilización sistemática

María Esther Aguilar Cansimbe desapareció el 11 de noviembre de 2009 en el municipio de Zamora, Michoacán. Días antes había recibido amenazas de un jefe policial a quien removieron de su cargo por –se sospecha– investigaciones realizadas por la periodista sobre temas de corrupción y abusos de autoridad para el diario «Cambio de Michoacán».

De acuerdo con Patricia Monreal, quien en ese entonces trabajaba en el mismo periódico, el medio tardó una semana en dar a conocer la desaparición de la periodista: «El argumento en ese entonces fue, según recuerdo, esto que se argumenta siempre a las familias de víctimas sobre no entorpecer las investigaciones. Se optó por callar. La desaparición de María Esther se invisibilizó por parte del propio medio donde trabajaba».

Monreal subrayó que, más adelante, el «Cambio de Michoacán» dedicó su primera plana para informar sobre la desaparición del periodista Ramón Ángeles Zalpa un día después de que ocurrió, el 6 de abril de 2010.

El trato desigual en el gremio continúa. Patricia Monreal recordó el caso de Índira Rascón García, una reportera de TV Azteca que murió atropellada en noviembre de 2015 durante una cobertura. Monreal señaló que, hasta este momento, la empresa no ha asumido ninguna responsabilidad al respecto.

Las Fiscalías y los métodos de búsqueda necesitan actualizarse

La reportera Itxaro Arteta explicó que, de los 100 mil desaparecidos que se reportan en México actualmente, cerca de 25 mil (el 25 por ciento) son mujeres. Entre los estados que concentran el mayor número de estas desapariciones se encuentran Tamaulipas, el Estado de México, Nuevo León y Puebla, estados que, de acuerdo con Arteta, forman parte de las rutas de trata de personas.

Por otro lado, de acuerdo con la periodista, la desaparición de mujeres se concentra en menores de edad, por lo que puede ser otro indicio que apunta hacia la trata. Pese a estos indicadores, las Fiscalías locales suelen responder a denuncias de familiares con argumentos como: «Seguro se fue con su pareja»; y aunque estos actos son ilegales, las autoridades suelen esperar entre 24 y 48 horas para iniciar la búsqueda, según Arteta.

A estas deficiencias de las autoridades se suman la pérdida de información y el difícil acceso a la justicia para los familiares. En el caso de María Esther, la mayor parte de los avances sobre el caso se perdió cuando la Procuraduría General de Michoacán se convirtió en Fiscalía, lo cual significó un grave retroceso en su proceso de búsqueda.

Ante este panorama, Dalia Souza mencionó que es importante que la sociedad civil y las familias sigan nombrando a las periodistas desaparecidas. De esta forma se puede generar una colectividad para exigir un alto a los delitos de desaparición forzada y la resolución efectiva de los casos abiertos.

La Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres cierra mañana, con el conversatorio «Participación, representación y violencia. Pendientes a 25 años del Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing. Memorias del Foro». No te pierdas la clausura a través de las transmisiones por Facebook y YouTube.

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