Don Toñito, protector de una inmemorable tradicin

Don Antonio López Hernández, desde 1952, ha tallado centenares de máscaras de Parachico para dar vida a las fiestas icónicas de Chiapa de Corzo

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

Uno de los personajes más representativos en la colonial ciudad de Chiapa de Corzo, es sin duda alguna, don Antonio López Hernández, quien desde 1952 se ha dedicado a la elaboración de la tradicional máscara de Parachico.

«Don Toñito», como cariñosamente lo conocen, ha sido reconocido internacionalmente por su elaborada manera de realizar máscaras y esculturas religiosas, ya que lo hace a través del tallado de madera, con técnicas prehispánicas.

Actualmente, a sus 83 años ha tenido que dejar a un lado lo que por muchos años fue su mayor pasión, sin embargo, sigue conservando el gusto por la tradicional fiesta del pueblo que lo vio crecer, especialmente por el desfile de los parachicos y las chiapanecas.

«Son cosas inolvidables, los que viene se quedan picados para seguir cada año… la fiesta de enero es muy tradicional ya que es de antaño, no hay registro exacto que diga cuándo inició la fiesta, pero empezó en el 800, ya se celebraba la cuestión del parachico», dijo entusiasta.

Reconocimientos

Durante toda su carrera elaboró alrededor de 500 máscaras y aunque en números no parezcan muchas, la delicada y perfeccionista manera de realizarlas, le valieron premios en concursos de máscaras organizados por el Museo Nacional de Artes Tradicionales Populares, otorgado por la Secretaría de Educación Pública en 1998.

De igual manera ganó el primer lugar en el Concurso de Máscaras organizado por el Museo de Laca de Chiapa de Corzo, recibió un premio otorgado por la Asociación Ángel Albino Corzo, un reconocimiento por el programa Apoyo al Arte Cultural de Fomento Cultural Banamex e inclusión en el libro «150 grandes maestros del arte popular» en 1996.

«Fui a varios países, fui a Guatemala, después a Japón, enseguida a La Habana, Cuba, después a Jamaica y estuve también en Colombia y el último que fui fue a República Dominicana», sostuvo.

Realización de máscaras

El proceso para la realización de cada máscara, de acuerdo a don Toñito, es de uno a dos meses, ya que cuidadosamente talla la madera y perfecciona cada detalle. En esta labor ha recuperado algunas técnicas prehispánicas, tales como la preparación de aceite de chía, el cual se emplea para pulir la madera.

«Son técnicas antiguas, porque lo conservo todas esas cosas y eso me ha valido que han reconocido mi trabajo», detalló.

«Realizar lo que más les apasione»

Y aunque él heredó de su padre la fabricación de estas tradicionales máscaras, ninguno de sus hijos o nietos decidió seguir sus pasos, sin embargo, hace un llamado para las nuevas generaciones, para realizar lo que más deseen y anhelen, no por seguir el paso de sus ancestros, sino por el gusto de realizar lo que más les apasione.

«Que estén aprendiendo o hagan lo que ya saben, que le pongan todos los kilos y que traten de superarse a ellos mismos para que salgan adelante», puntualizó.

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