El mejor momento de «Daniel, me estas matando» en Tuxtla

Foto: Eduardo Rizo /Cortesí­a.

El dueto se presentó la noche del sábado 13 de agosto en el Teatro Emilio Rabasa en Tuxtla Gutiérrez

Sandra de los Santos / Aquínoticias

El mejor momento del concierto de la agrupación «Daniel, me estás matando»  no fue cuando interpretaron «lágrimas y lluvia» o Daniel Zepeda bailó en el escenario con una rosa blanca en la boca. El mejor momento de la noche de este sábado 13 de agosto en el Teatro Emilio Rabasa muy pocos lo grabaron. Fue cuando los cuatro músicos improvisaron (no sé qué tanto haya sido improvisación) alrededor de cinco minutos de una fusión de batería, guitarra, bajo y sintetizadores.

Los teléfonos se bajaron. Las dos improvisaciones de música, que hubo durante el concierto, el público quedó en silencio para disfrutar lo que hacían en el escenario: Daniel Zepeda, Iván de la Rioja, Alonso López «Loloncho» y Jorge Chacón. Hay momentos que hay que confiar que la memoria sabrá guardar.

Foto: Eduardo Rizo /Cortesía

Mientras afuera del Teatro de la Ciudad caía un aguacero, que casi duró las dos horas y media de  la presentación, adentro del inmueble cientos de personas, la mayoría jóvenes, cantaban y bailaban sin siquiera darse cuenta lo que sucedía detrás de las puertas.

Esta agrupación, que lleva alrededor de seis años de haberse conformado, interpreta un género que ellos mismos han denominado «boleroglam». Es un tipo de música que coloca al centro la música romántica basada en el bolero, pero que juega con otros géneros como: el rock, la salsa, el jazz, la cumbia, bachata y música norteña. Además del uso de sintetizadores.

Sus integrantes Daniel Zepeda e Iván Rioja hacen de todo en sus conciertos: tocan diferentes instrumentos, cantan, bailan e interactúan con el público.

Foto: Eduardo Rizo /Cortesía.

«Daniel, me estás matando» rompe algunos esquemas tradicionales de los grupos románticos, pero en otras cosas son bastante clásicos. Mientras Iván Rioja viste como que si fuera a un juego deportivo, Daniel pareciera que le arrebató su vestuario a un maniquí de una tienda vintage. Cuando termina una canción y se dirigen al público no se sabe si serán capaces de recitar una oda al amor o regañaran a quienes no dejan de gritar durante el concierto al grado de interrumpir el espectáculo. Tocan sus canciones más populares, sobre todo las del último disco, pero también sorprenden con interpretaciones de Molotov, Calle 13 y los Tucanes de Tijuana. No podría decir con certeza si lo que buscan es parodiar lo clásico o rendirle un tributo. Pero, todo el performance se agradece.

Los músicos fueron generosos en el escenario, y el público de Tuxtla se lo supo retribuir. Se retiraron con arreglos florales y regalos, y la energía de cientos de personas que se olvidaron del ruido de la lluvia, para escuchar otros sonidos y para guardar en su memoria el mejor momento del concierto.

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