En Chiapas es muy común lucrar con la pobreza: Pedro Kumamoto

De visita en el estado, el diputado independiente de Jalisco nos platicó de la iniciativa #SinVotoNoHayDinero que impulsa a nivel federal y sobre la viabilidad y la ruta a seguir para un proyecto de candidatura independiente al gobierno chiapaneco en 2018; «cuando nos desenamoramos de la democracia se corre el peligro del totalitarismo, de las falsas expectativas y de que la antipolítica gane»

Rodrigo Ramón Aquino/Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]n Chiapas, la fórmula juventud-política parece haber fracasado como en ningún otro estado de la República Mexicana. El gobernador más joven y más votado del país es hoy, cuatro años después, el peor evaluado.
Las notas reprobatorias se extienden, por igual, a presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores. La oportunidad histórica de renovar la política en un sexenio de jóvenes se les fue de las manos.
Mismas prácticas, mismos discursos, mismas ideas no han cambiado la negativa percepción que los chiapanecos tienen de la política y los políticos. La necesidad de cambio entre la ciudadanía se hace más fuerte y sus representantes y gobernantes no están escuchando.
¿Qué hacer para que la ciudadanía vuelva a interesarse en la política y confiar en las instituciones?, o más específicamente, ¿qué hacer para que se le vuelva a dar el voto de confianza a una juventud aparentemente envejecida?
Quizá los esbozos de una posible respuesta se hallen precisamente en el actuar exitoso de un político joven. No de acá, por supuesto, y no cualquier joven; se trata del auténtico independiente del país, el que impulsa una revolución ciudadana de la política. Nos referimos a Pedro Kumamoto.
El diputado independiente del Congreso de Jalisco estuvo el fin de semana pasado de visita en Chiapas. Acudió como ponente a un congreso de derecho y política para universitarios que se llevó a cabo en San Cristóbal de Las Casas, donde habló de su más reciente iniciativa: #SinVotoNoHayDinero.
—El tema de la reducción de financiamiento a partidos políticos lo acabamos de vivir en Chiapas. A petición del Ejecutivo, el Congreso del Estado modificó la fórmula para establecer los montos de las prerrogativas, y le dio al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana la «herramienta» para determinar la reducción. Finalmente el IEPC determinó que no habría reducción para no contravenir lo que se establece la Ley General de Partidos Políticos. ¿Qué tiene de diferente tu propuesta?
—Que es una iniciativa presentada a la Cámara de Diputados y no al congreso local de Jalisco. #SinVotoNoHayDinero busca que los partidos políticos reciban un financiamiento de acuerdo con el número de votos que obtengan en las elecciones. Es decir, si los partidos quieren nuestro dinero, que primero se ganen nuestro voto. Busca que la base a partir de la que se calcula el financiamiento sea la votación válida emitida en la elección federal o local anterior y no el padrón electoral, como ocurre actualmente.
—¿No te parece que si de por sí la gente no sale a votar, ahora que sepa que se le dará menos dinero a los partidos si no vota, pues se inhibirá más la participación ciudadana, beneficiando con ello a los partidos de siempre, a los del voto corporativo?
—Yo lo que te puedo decir es que hay países como Brasil, como Panamá, como Chile, como Costa Rica, que tienen una legislación muy similar y cuya votación es del cinco al 25 por ciento mayor de la que sucede en este país. Lo que significa es que estamos en el peor de los mundos. Por un lado, la gente no participa y por el otro, les damos muchos recursos a los partidos políticos. Lo que queremos entonces es potencializar la posibilidad de elecciones donde verdaderamente haya concurrencia, donde la gente se sienta representada. La posibilidad de volvernos a enamorar de la democracia, porque cuando nos desenamoramos de la democracia se corre el peligro de totalitarismo, de falsas expectativas, que la antipolítica gane.
—Voy a insistir un poco con el caso de Chiapas. Dudo mucho que los diputados desconocieran las implicaciones de modificar desde lo local la fórmula para determinar los montos de financiamiento a partidos. Da más bien la impresión de simulación. Simular que se escucha el reclamo ciudadano, simular que se legisla a petición de la gente, y finalmente que siempre no.
—Pues que sí tiene que haber una reforma a nivel federal para ciertas modificaciones, definitivamente. No defiendo el actuar de ningún instituto electoral ni tampoco digo que está mal, lo que digo es que si queremos modificar de fondo la manera en que reciben los recursos los partidos, se tienen que hacer modificaciones federales. Se pueden hacer modificaciones a las ecuaciones estatales para lograr sensibilizar al respecto. De hecho, como diputado local, hemos impulsado esta iniciativa federal. Primero pedimos que todo el congreso de Jalisco se sumará para poder enviar esta iniciativa.
—En Chiapas padecemos una crisis en el sector salud, lo que nos lleva a pensar en que una iniciativa como la tuya se podría vincular a áreas muy focalizadas, por ejemplo, con votos más dinero a salud o educación. A mayor participación ciudadana en los procesos electorales, mayores recursos a estas áreas y no a los partidos.
—En ese sentido no habría una correlación de ir a votar o no. Porque si queremos un hospital nos van a decir que tenemos que ir a votar y eso sería de alguna manera, cooptación del voto. Y la verdad es que en Chiapas —o en estados como Jalisco, de donde vengo—, es una práctica muy común, muy recurrente, lucrar con la pobreza.

Proyecto independiente

—Aprovechando que estás en Chiapas y siendo un referente nacional al respecto, ¿qué recomendarías a las organizaciones o grupos ciudadanos interesados en participar en el venidero proceso electoral del 2018 por la vía independiente? Actualmente no se vislumbra ningún proyecto que se antoje competitivo. En este momento parece inviable una candidatura independiente al gobierno de Chiapas.
—Yo creo que sí hay un movimiento que, a final de cuentas, tiene como semilla a Chiapas y está levantando expectativas no sólo nacionales sino del mundo, y es la posibilidad de que exista una candidata independiente indígena, proveniente del Consejo Nacional Indígena. No es una lógica electoral local y lo entiendo, más bien quisiera decir que Chiapas y otros estados nos han puesto la muestra a otros movimientos que reivindican a la política como algo comunitario y no de grupos, y creo que hay que remarcarlo.
«Yo lo que recomendaría a las organizaciones de la sociedad civil y los distintos movimiento de candidaturas independientes, que de nada sirve decir candidatura independiente si se repiten las mismas prácticas del Verde Ecologista o del PRI o de cualquier otro partido político. De nada nos sirve tener una candidatura independiente si al llegar el momento se regalan despensas, se practica el autoritarismo, la verticalidad, la misoginia.
«Usen las candidaturas independientes como una herramienta para poder romper la lógica del poder que hoy está instaurada en nuestro modelo político. Rompan con las dinámicas que nos han atado por años, que la política únicamente es compra de votos, concursos de popularidad, que pareciera que están vendiendo jabones. Al final de cuentas, si hacen bien su trabajo, probablemente no ganen electoralmente, pero probablemente puedan ganar políticamente y eso es lo más importante. ¿Qué significa ganar políticamente? Ganar la esperanza para la gente de que la política puede ser distinta y eso es muy necesario en todo el país.»
—Para cerrar, Pedro, ¿cuál crees que sería el 1, 2, 3 para poder tener una candidatura independiente competitiva en Chiapas para el 2018?
—No creo que haya un 1, 2, 3, porque cada estado tiene sus propias particularidades. Pero uno sería trabajar de cerca con la comunidad; dos, romper las lógicas de verticalidad, ser mucho más colectivos, construir una plataforma, decir claramente qué es lo que se desea y se busca; tres, hacer un trabajo electoral como nunca se ha hecho: sin espectaculares, sin basura, sin compra de votos. Hagan candidaturas preferentemente de personas que hoy no están siendo representadas. No solamente los abogados hombres de clase media de ciudad, hacen política. También la hacen las mujeres, las indígenas, los campesinos; busquen esos perfiles también; y, finalmente, construyan esperanza. Este movimiento de búsqueda de alternativas democráticas va a tardar tiempo, pero como dicen las y los compañeros de las autonomías, vamos lento porque vamos lejos y yo estoy seguro que vamos a encontrarnos en este camino.

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