En Chiapas no quieren mas madres violentadas

Diputadas del Congreso del Estado se alzan para promover una iniciativa que elimine la violencia física y verbal que sufren las mujeres en hospitales

Lucero Natarén / Aquínoticias

En el Congreso del Estado de Chiapas, diputadas presentaron una iniciativa que busca prevenir, erradicar y sancionar la violencia obstétrica en la entidad. Según informes, existen casos en los que, incluso, se ha demandado a personal médico, no obstante, este sigue laborando sin consecuencias tanto en Centros de salud públicos como privados.

Con el lema «Cállate y puja», las diputadas Olga Espinosa Morales, Luz María Palacios Farrera, Silvia Torreblanca Alfaro, Patricia Ruiz Vilchis y Cinthia Vianney Reyes Sumuano presentaron este martes la propuesta para reformar y adicionar diversos artículos a la Ley de Desarrollo Constitucional para la Igualdad de Género y Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el estado de Chiapas, además de la Ley de Salud.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia obstétrica se da mediante regaños, burlas, ironías, insultos, amenazas, humillaciones, manipulación de la información y negación al tratamiento, sin referir a otros servicios para recibir asistencia oportuna, aplazamiento de la atención médica urgente, indiferencia frente a sus solicitudes o reclamos, no consultarlas o informarlas sobre las decisiones que se van tomando en el curso del trabajo de parto, entre otras prácticas.

Debido a que no existe una explicación durante los procedimientos que deben realizarse mediante el embarazo, parto y postparto, se llegan a suscitar las negligencias médicas, provocando en algunos casos la muerte materna y/o infantil, fenómeno que posiciona al estado en los primeros lugares.

En el 2018, la entidad se posicionó en primer lugar en muerte materna con 77 defunciones, y en el 2019, se posiciona en segundo lugar a nivel nacional con 42 casos.

De acuerdo con los testimonios recabados por este medio, las mujeres entrevistadas refirieron no identificar en un principio si el personal médico ejerció algún tipo de violencia, sin embargo, ocho de 10 mujeres dijeron haber sido violentadas e, incluso, pese a que el parto para ellas fue algo «bonito», también vino acompañado de experiencias no gratas.

Las mujeres consultadas pidieron mantener sus nombres en anonimato, pero, mencionaron que, tanto en hospitales públicos como privados, han experimentado este tipo de violencia.

«Cuando me estaban poniendo anestesia, un enfermero que me estaba asistiendo estaba ahogándome porque ejerció demasiada fuerza con su brazo, fue en un hospital público», refirió una mujer de 25 años.

«El proceso del embarazo fue en particular, pero cuando iba a parir, en el hospital público no me atendían, me mantuvieron en ayunas más de 12 horas, y cuando llegó la doctora me dijo que debía esperar dos días más porque me haría unos estudios, yo tenía preclamsia, mi parto se estaba complicando, tuve que pedir mi alta voluntaria y me trasladaron a otro hospital fuera de la ciudad», contó una madre de 30 años.

«En mi primer parto cuando estaba ya en labor no sabía como pujar y en vez de decirme cómo hacerlo, sólo decían -aguántese que para eso si les duele-. Nunca tuve supervisión porque mis dolores fueron prolongados, me mantuvieron recostada hasta que terminó esa guardia y me atendió el doctor encargado de revisarme, pero ya el parto se me estaba pasando. Nunca lo voy a olvidar, pero en ese momento lo que me importaba era que ya naciera mi bebé», narró una madre de 22 años.

«Yo estaba de piernas abiertas, el bebé ya estaba por salir, me encontraba con el doctor, pero las enfermeras estaban tardando demasiado, en eso él gritó –apúrense por favor que ya me estoy excitando, fue un doctor familiar-«, recordó una madre de 30 años.

Estas y muchas versiones más se escuchan. Son casos invisibilizados, por ello, las mujeres afirman que es necesaria una Ley para erradicar, y sancionar la violencia obstétrica para ellas tengan un embarazo, parto y puerperio digno, seguro e informado, pues muchas mujeres han padecido esta violencia a veces sin saberlo.

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