En la Mira / Hector Estrada

El rezago educativo también se pinta de verde

Con el inicio del ciclo escolar 2015-2016, los anuncios y discursos oficiales nuevamente hacen parecer que en Chiapas las políticas públicas en materia educativa están más avocadas a «uniformar de verde» a los estudiantes que a la puesta en marcha de verdaderos programas de mejora a la calidad educativa e infraestructura de las escuelas.
Con la semana que ya concluye, el Gobierno de Chiapas, mediante la Secretaría de Educación, dio inicio al reparto masivo de uniformes, mochilas y útiles escolares a más de un millón 400 mil alumnos de Chiapas, como parte del programa gubernamental que se aplicó por primera vez el año pasado.
Se trata de un programa con severas críticas a cuentas desde su comienzo, que no tuvo el recibimiento y el impacto esperado por sus creadores, por lo que su implementación (sin reajustes o modificación alguna) se lee a leguas como un capricho más para quienes diseñan las estrategias de gobierno.
Y es que -en esencia- la idea de dotar de uniformes, mochilas y útiles a los estudiantes para reducir el gasto a los padres de familias es buena, sin embrago el problema se sustenta en «las formas» que han convertido a este programa en una simulada estrategia de campaña partidista donde ahora hasta los alumnos son «pintados» de verde.
Los elementos de cuestionable calidad, distribuidos en masa por los 122 municipios de Chiapas, parecen más artículos de campaña política que verdaderos insumos escolares, y las pruebas de dichos argumentos se encuentra hoy en las manos de muchos padres de familia con objetos donde la publicidad de gobierno es el elemento preponderante.
Aunque las autoridades responsables no han emitido un informe que detalle el monto exacto de la inversión, según fuentes extraoficiales, para hacer posible dicho programa se ha necesitado una inversión de alrededor de mil millones de pesos, es decir, 500 millones anuales para cada uno de los dos ciclos escolares.
Y el asunto no se vería tan mal si a la par de dicho programa para uniformar de verde a los estudiantes chiapanecos también se implementaran estrategias aún más ambiciosas en materia de fortalecimiento a la calidad educativa, para dotar a las instituciones de mejores aulas, capacitación docente, más y mejores escuelas rulares, entre otras necesidades de prioridad.
No es para menos, pues, de acuerdo al último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Chiapas aún se ubica como la segunda entidad mexicana con mayor rezago educativo, donde el 53.1 por ciento de su población está inmersa en este grave problema; sólo por encima de Oaxaca cuyo rezago es del 53.7 por ciento.
Aquí también es evidente la necesidad de replantear estrategias que vayan más allá de la simple estética. Se requiere de programas que ataquen una problemática social de base que finalmente da origen a otros tantos problemas sociales. Porque el rezago educativo no es un asunto que se resuelva con estrategias de relumbrón, es un tema que se debe atender con inteligencia, estrategia y sobre todo verdadera voluntad política.

 

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