En la Mira / Hector Estrada

Observatorio Ciudadano también contradice a Morales

[dropcap]L[/dropcap]os datos hechos públicos el pasado 9 de agosto por el Observatorio Ciudadano Chiapas (OCCH) finalmente confirmaron lo que las autoridades han tratado de minimizar o ignorar durante meses. Se trata pues de un incremento significativo en los índices delictivos que las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y organismos no gubernamentales han terminado por corroborar, despejando la nube de controversia y descalificaciones sobre tan importante tema.
Y es que, de acuerdo al informe presentado por el OCCH, durante el segundo trimestre del presente año, los delitos de homicidio culposo, extorsión, robo con violencia, robo a casa habitación, robo a transeúnte, violación y trata de personas en Tuxtla Gutiérrez registraron un indicador superior a la tasa nacional.
Entre el periodo de abril a junio de 2018 y 2019, las tasas de carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes reportaron un aumento sustancial. De esta manera, en la capital del estado, los delitos como el robo a casa habitación se levaron en un 83.59 por ciento; el robo a transeúnte un 79.85 por ciento; y violación un 18.03%.
Si bien, en Chiapas la mayoría de delitos analizados mostró indicadores menores durante el segundo trimestre de 2019 en comparación con el mismo periodo el año pasado, en la capital chiapaneca las cifras mostraron una clara tendencia a la alta referente a los delitos de alto impacto.
Dentro del estudio realizado por el OCCH se analizaron delitos de alto impacto como: homicidio doloso, feminicidio, homicidio culposo, secuestro, extorsión, robo con violencia, robo de vehículos, robo a casa habitación, robo a negocio, robo a transeúnte, violación y trata de personas. Los datos fueron obtenidos de los registros elaborados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Según los reportes de la Fiscalía General del Estado, el municipio de San Cristóbal también mostró algunos indicadores de preocupación, contabilizando dos delitos con una tasa superior a la media nacional: secuestro y trata de personas. En el caso de Tapachula, pese a lo que se vaticinaba, los índices delictivos mostraron en la mayoría de los casos una tendencia a la baja, siendo el delito de violación uno de los pocos de alto impacto con cifras superiores a la media nacional.
La directora del Observatorio Ciudadano Chiapas, Carmen Villa Chávez, aseguró ante medios de comunicación que se ha observado «políticas públicas y acciones institucionales sin sustento, con impacto mediático y popular, pero que no obedecen a una toma de decisiones basada en evidencia, y cuyos resultados son pobremente medidos por lo que no se puede asegurar su impacto a largo plazo».
Más allá de la lluvia de cifras, la preocupación ciudadana tiene que ver con tipo de delitos y violencia documentada: asesinatos a plena luz del día, asaltos constantes (a bancos y viviendas) y una violencia criminal poco antes vista. Y es que, si bien la violencia delincuencial en la capital chiapaneca aún está muy lejos de los niveles de criminalidad de otras ciudades del país, secuestradas por el narcotráfico o el crimen organizado, las evidencias han comenzado a advertir una ruta bastante peligrosa que debe atenderse pronto… así las cosas.

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