En la Mira / Hector Estrada

Avanza plan antiinmigrantes en México

El plan anti inmigrantes que actualmente se desarrolla en el sureste mexicano de manera silenciosa y casi inadvertida ha comenzado a visibilizarse en las cifras oficiales que demuestran ya un repunte histórico en el número de capturas a migrantes ilegales que ven a México como un territorio de paso cada vez más complicado.
Y es que de acuerdo al último reporte emitido por el Instituto Nacional de Migración (INM), en sólo ocho meses (de enero a agosto de 2015), México superó el número de las detenciones registradas durante todo el 2014, año en que el Gobierno de la República puso en marcha el Programa Frontera Sur de ordenamiento del flujo migratorio.
De enero a agosto de este año se realizaron 130 mil 723 detenciones a extranjeros por su entrada o estancia irregular en el país, el 91 por ciento de origen centroamericano, significando así tres mil 547 detenciones más que todas las registradas durante el año pasado cuando se capturaron a 127 mil 149 indocumentados.
Tan sólo durante el mes de mayo pasado los reportes de detenciones alcanzaron un pico de 17 mil 24 eventos; cifra 77 por ciento superior al de mayo de 2014 y 136 por ciento por encima de la registrada en 2013. De hecho, mayo de 2015 también rompió el récord de capturas para un mes desde 2006.
Si se compara el periodo enero-agosto de 2015 con el mismo lapso de tiempo del año anterior, las estadísticas oficiales arrojan un aumento del 60 por ciento en la detención de migrantes centroamericanos; y de hasta 112 por ciento si se contrasta con enero-agosto de 2013, durante el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto.
Como era de esperarse, Chiapas, eje medular del Programa Frontera Sur, es la entidad con el mayor número de capturas a nivel nacional, pues contabilizó en esos ocho meses 56 mil 381 eventos de detención; 82 por ciento más en comparación con 2014 cuando se registraron 30 mil 876 capturas.
En lo que respecta a migrantes menores de 17 años, hasta agosto de 2015 se llevaron a cabo 22 mil 864 detenciones, 46 por ciento más que en los 12 meses del año pasado. Del total de menores detenidos, ocho mil 379 (el 36 por ciento) son niños con edades que oscilan entre los cero y los 11 años, lo que significa un 33 por ciento más que en el periodo enero-agosto de 2014.
Las cifras hablan por sí solas y demuestran que el plan antiinmigrantes en México sí está surtiendo efecto en su clara encomienda para impedir que los indocumentados, que transitan por el país como paso obligado, puedan llegar finalmente a la frontera de los Estados Unidos.
Resulta evidente que el endurecimiento de la frontera sur y la consecuente detención masiva de migrantes ilegales tiene objetivos que van más allá de los simples intereses nacionales. La encomienda (disfrazada) instruida a las autoridades mexicanas para disminuir el flujo migratorio en las fronteras norteamericanas parece estarse cumpliendo.
Porque más allá de su condición ilegal y toda justificación jurídica para endurecer drásticamente los programas antiinmigrantes en México, lo cierto es que la gran mayoría de los que cruzan el país sin documentos no tienen intenciones de quedarse aquí. Somos un paso obligado hacía su destino final que los hace converger en la frontera norte con miles de mexicanos en busca del mismo «sueño americano».
La migración ilegal hacía los el norte del continente es un problema que tiene su principal impacto final en los Estados Unidos, en México se trata exclusivamente de un fenómeno transitorio, con repercusiones focalizadas, que debería atenderse como tal, pero nada de eso sucederá mientras las autoridades migratorias mexicanas sigan corroídas por la corrupción y funcionen como aduanas serviles a los vecinos del norte.

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