Estimulacin cerebral profunda, una nueva oportunidad para personas con Parkinson

La historia del señor Mario Olvera Cárdenas, un paciente tratado desde hace 15 años, es un ejemplo de la eficacia de este tratamiento disponible en México a través del IMSS

Lucero Natarén / Aquínoticias

El Parkinson es un padecimiento neurodegenerativo dentro del sistema nervioso central que afecta a personas mayores de 55 años de edad, el cual puede ser discapacitante, debido a la rigidez o movimientos involuntarios, sin embargo, desde hace años está disponible en México el tratamiento neuroquirúrgico Estimulación Cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual controla con pequeñas frecuencias los síntomas de esta enfermedad crónica, expresó el doctor Carlos Fredy Cuevas García.

El también director general del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI del IMSS precisó que en México existen alrededor de 300 mil pacientes y en el Seguro Social son atendidos la mayoría de estos.

Cuevas García destacó que la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) es pionera en el desarrollo de la modalidad quirúrgica para la enfermedad de Parkinson, la estimulación cerebral profunda, cuyo diagnóstico se hace con criterios clínicos, estudios de laboratorio, de gabinete y resonancias magnéticas, ya que habitualmente en el 80 por ciento de los casos se tiene que iniciar con tratamiento médico.

Abundó que para que una persona sea candidata para el DBS debe tener más de cinco años de enfermedad, contar con una respuesta favorable al tratamiento farmacéutico y presentar variaciones en la intensidad con que se presentan los síntomas del Parkinson.

«Para la cirugía se realiza una resonancia que sirve para calcular en dónde se insertarán los electrodos estimuladores dentro del cerebro; posteriormente se abre un orificio en el cráneo y se localiza el punto exacto para colocarlos. La intervención se realiza con el paciente consciente para que colabore con el equipo quirúrgico en precisar los niveles óptimos que generen una respuesta favorable», explicó el médico.

Agregó que después, con anestesia general, se colocan debajo de la piel, por la parte de la nuca, los conectores que lleguen a la batería que suministra la estimulación eléctrica, la cual se injerta a la altura de la clavícula o del pectoral del paciente.

Fredy Cuevas aseveró que, si la elección del paciente para recibir el DBS es la adecuada, arriba del 70 u 80 por ciento mejoran su calidad de vida en los siguientes 10 años mediante seguimiento médico continuo. Tal es el caso del señor Mario Olvera Cárdenas, de 64 años de edad, a quien hace 15 años le colocaron un electrodo neuronal, pues presentaba rigidez a causa del Parkinson.

El levantamiento de su brazo izquierdo un par de veces, abrir y cerrar los dedos de su mano sin que hubiera movimientos involuntarios bastaron para dibujar una sonrisa en el señor Mario, quien volvió a caminar y a valerse por sí mismo nuevamente.

Por otro lado, en el marco del Día Mundial del Parkinson –que se conmemoró este 11 de abril-, el neurocirujano adscrito al servicio de neurocirugía del Hospital de Especialidades CMN Siglo XXI, Jesús Fonseca Cosío, indicó cuán importante es concientizar a la población sobre los diversos trastornos del movimiento por ser padecimientos crónico degenerativos, sobre todo cuando la esperanza de vida ha superado los 65 años y estas enfermedades son más frecuentes entre la población adulta mayor.

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