Estudiantes deben ser tomados en cuenta en la elaboracin de politicas educativas

La Sección 40 del SNTE edita libro Educando a mi maestro, donde se plantea el continua aprendizaje docente

Cosme Vázquez /ASICh

[dropcap]E[/dropcap]ducando a mi Maestro es el título del libro del profesor Rafael Álvarez Solís, donde se plasma una relación humana de continuo diálogo entre el docente y el alumno, contacto directo, el que escucha aprende y el que habla educa, los alumnos tienen mucho que enseñar al maestro.
Al ser entrevistado, el autor del libro que se editó con el apoyo de la Sección 40 del SNTE, encabezada por el secretario general Julio César León Campuzano dijo que su obra contiene 15 relatos, anécdotas, cuentos de las circunstancias que viven los alumnos en las complejas situaciones que se encuentran las comunidades de Chiapas, donde cursan su educación media.
La historia que se logra con las anécdotas habla de un maestro que se va formando en su trayectoria profesional en el magisterio desde estar frente a grupo hasta llegar a ser directivo; escuchando a los alumnos en un periodo de 20 años de trabajo se enriqueció su labor.
Indicó que las historias que se plasman en el libro nos llevan a la teoría de que los maestros no se forman en las normales, en las universidades, sino en el diario quehacer docente, de la cotidianidad de las aulas; lo forman los alumnos.
En este contexto, el oriundo de Comitán, ingeniero Químico de profesión, pero docente de Telebachilleratos desde hace 20 años, sostiene que la evaluación es un acto que debiera realizarse constantemente a los docentes, políticos y demás trabajador.
Pero en el libro se rescata que algunas estrategias educativas de gobierno son implantadas desde una clase dominante, sin tomar en cuenta las circunstancias del sector, menos a los niños de las comunidades rurales del estado.
Álvarez Solís anotó que la información debe darse de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, desde la relación padres e hijos, inclusive, pero en el sistema educativo muchas veces desarrollan planes de estudios pensando en los niños, pero sin preguntarles qué piensa o siente.
Justamente ahora que se promueven la educación por competencias, el magisterio se quejó que no le preguntaron, porque son las maestras y maestros los que conocen la realidad, y si no le preguntaron a los maestros, menos le preguntarían a los niños pese a ser el sujeto principal de la educación.
Hay alumnos que gritan y nadie los escucha, el maestro por comodidad o falta de interés no toman en cuenta sus comentarios, por lo que eso se señala en el libro. ASICh

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