Frontera del miedo

La presencia de la Guardia Nacional no logra apaciguar del todo el sentimiento de inseguridad que causa el flujo del narco, el crimen organizado y, en menor medida, el paso de migrantes

Lucero Natarén / Aquínoticias

Con el objetivo de conocer cuál es la perspectiva de la opinión pública que habita en la Frontera Sur del país, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) realizó una encuesta telefónica para optimizar el trabajo legislativo de la Cámara de Diputados, con la participación de habitantes de Chiapas, Campeche, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo.

Según la CESOP, en cuánto a la seguridad fronteriza, pese a que existe presencia de la Guardia Nacional (GN) en la frontera sur, la ciudadanía considera que esto no ha impedido la llegada de flujos migratorios, un 49 por ciento contestó que no ha frenado el ingreso de migrantes a territorio mexicano.

Un punto a favor de los elementos de la GN es qué cinco de cada 10 ciudadanos dijo sentirse libre de caminar en la frontera sur si ellos se encuentran presentes. Aunque un 46 por ciento de la población encuestada contestó que se siente «medio seguro» vivir cerca de la frontera, pues consideran que el problema mayor en esas zonas es el flujo del narcotráfico, seguido del crimen organizado.

Según la percepción de la ciudadanía, aún con la llegada del nuevo gobierno, seis de cada 10 personas cree que la política de la seguridad fronteriza sigue igual que en los sexenios anteriores, no hay avance. La frontera sur para muchos sigue representando un peligro.

La presencia de la Guardia Nacional ha robustecido la confianza de los habitantes, pero aún falta mucho por hacer. Migrantes siguen cruzando por territorio mexicano para intentar cruzar a los Estados Unidos. Para los chiapanecos, aunque Donald Trump termine de construir el muro, esto no acabará con las intenciones de lograr el sueño americano.

Un 69.9 por ciento de los chiapanecos cree que el muro no será impedimento para que sigan ingresando ilegalmente por la frontera sur, además, un 58.7 por ciento de la población encuestada consideran que la permanencia de centroamericanos en el país ha perjudicado a la economía.

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