Hierbas para oler, para saborear

Ya sea para cocinar o perfumar, te enseñamos cómo manejar algunas plantas para sacarle su máximo provecho

Lucero Natarén / Aquínoticias

Las hierbas aromáticas o «de olor» no tienen ese nombre al azar, de hecho, además de servir para dar sabor a la comida también pueden generar bienestar tan solo con olerlas.

Existen, de acuerdo con el diccionario Larousse Cocina cuatro grupos de hierbas aromáticas: las de sazón, de huerto, de Provenza y las venecianas.

Las hierbas de sazón incluyen las finas hierbas y las plantas aromáticas herbáceas como es el apio silvestre, apio perifollo, cilantro, estragón, perejil, entre otras.

Las hierbas de huerto son las que se utilizan para la preparación de sopas o ensaladas. Algunas de ellas son: bledo, berro, espinaca, lechuga, acedera, acelga, verdolaga, por mencionar algunas.

Las hierbas de Provenza son aquellas que se utilizan para aromatizar las parrilladas. Entre estas se cuentan albahaca, laurel, romero, ajedrea y tomillo. Estas pueden ser utilizadas mezcladas, picadas, frescas o secas.

Por último, se enlistan las hierbas venecianas: se trata de una mezcla de perifollo, estragón y perejil. Pueden utilizarse finamente picadas e incorporadas a la mantequilla.

Saquitos aromáticos

Los saquitos se pueden utilizar para eliminar olores en habitaciones, para dormir bien, como sacos térmicos para eliminar dolores o ser aprovechados a la hora de ducharse.

Para su elaboración se debe utilizar telas de lino, algodón o cáñamo, con el fin de que el aroma pueda salir, pero no así el polvo de las hierbas o semillas secas. Estos pueden ser efectivos entre seis a doce meses.

-De vez en cuando se pueden poner al sol para se activen nuevamente sus propiedades aromáticas-.

Frescas y secas

En el caso de requerir hierbas frescas deben comprarse el mismo día que serán utilizadas, de no ser así, se deben refrigerar envueltas en una toalla o servilleta húmeda y plástico transparente. De esta forma el frío no las dañará y durarán más tiempo.

Si se van a picar, debe hacerse justo cuando vayan a ser utilizadas para evitar que las hierbas se deshidraten y se marchiten.

Para las hierbas secas, estas deben meterse en frascos, preferentemente de vidrio y herméticamente cerrados. -Se deben evitar los lugares con luz y humedad para que no se oxiden o pudran-.

Secado para uso en cocina

Para este uso, se deben armar pequeños manojos de hierbas frescas y limpias, colgarse boca abajo en algún lugar cálido y bien ventilado, de preferencia separadas de la pared.

Se deben remover las hierbas constantemente para lograr un secado uniforme, proceso que puede durar de 10 a 15 días, lo cual dependerá de factores como temperatura del ambiente, el viento y el grosor de la hoja o tallo.

Un secado exitoso se notará cuando quede un mínimo de 10 por ciento de humedad en las hierbas, si las hojas se tornan amarillas es un indicio de un proceso mal ejecutado.

Se espera que, con estos consejos, ya sea para la cocina o para cualquier estancia, se pueda sacar el provecho máximo a las hierbas de olor.

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