Jaque con Dama / Irma Ramirez Molina

Quien pierde un proceso electoral claro está que no queda contento, pero no es llamando a realizar acciones que perjudiquen a terceros como logrará recuperar el triunfo.
En el caso de Paco Rojas, aspirante a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, quien perdió la presidencia por una diferencia de más de 700 votos ha demostrado su malestar de muchas maneras.
Sobre todo luego de que salió a la luz pública el video donde supuestamente recibe un millón 400 mil pesos de manos de un empresario poblano, acción que aunque ya explicó el porqué, no deja de no afectar a su ya imagen desgastada por un video anterior.
Incluso dentro de su estrategia para decir que está en contra del resultado está el haber pedido a sus seguidores boicotear comercios de esta ciudad capital, afines a su «contrincante», Fernando Castellanos.
Como era de esperar esto molestó al sector y se vio obligado a desistir de la idea, pues queda claro que este tipo de acciones lo dejan ver como un mal político.
Paco Rojas como lo conocen, tiene muchas facetas y en este caminar se está viendo, y aunque reitere que ya todo está dicho sobre el famoso video, queda claro que no es así, pues desde esa fecha se ha visto un alejamiento de algunos actores políticos, sobre todo a nivel nacional, como es la dirigencia del PRD e incluso algunos del PAN.
Esperemos que lo que venga sea lo mejor para los tuxtlecos, donde quien gane sea únicamente los habitantes de este municipio que ya merecen tener un mejor lugar donde vivir.

Base de datos…-

Hace días apareció en las noticas nacionales que en la localidad de Vicente Guerrero, en el municipio de San Pablo del Monte en Tlaxcala, destruyeron una iglesia construida en el Siglo XVIII y catalogada como patrimonio histórico de la nación.
Así de la noche a la mañana desapareció la Capilla del Santo Cristo, ubicada de acuerdo al INAH, como un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales.
Ahora en el municipio de Reforma, de este estado, católicos, acudieron a la parroquia, con la intención de destruirla, porque el sacerdote, Roberto Román Solís, desea construir una oficina episcopal.
El punto es que un grupo de católicos desea destruir la parroquia apoyando al cura de quien dicen tiene el «capricho» de construir una oficina episcopal a la entrada de la iglesia.
Y el otro grupo se niega a que se haga remodelación alguna por considerar que esta iglesia es patrimonio histórico de esta ciudad y piden la intervención del arzobispo, Fabio Martínez Casillas.***

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