La Casa del Jabonero / Enrique Romero

«La deficiencia neuronal del chismoso, por sabroso que sea el chisme, no puede rebasar el análisis juicioso y fundamentado. Bitch, please…»

Si bien todos los senadores son precandidatos naturales a la gubernatura, eso no significa que necesariamente sean los únicos con posibilidades reales de contender, y -más importante aún- ganar. Continuando con la línea de senadores con la que iniciamos en nuestra pasada entrega, habría que analizar el caso del perredista Zoé Robledo.
Sin duda, de los tres chiapanecos en la cámara alta, el mejor tribuno, el de la imagen pública con más vinculación ciudadana. Tiene prestigio nacional por hacer una crítica fundamentada y es dueño de claras dotes discursivas; mantiene una agenda propia, no la que le marca su bancada perredista o los poderes fácticos que los llevaron a ese escaño. Es intelectual sin llegar a nerd. El problema es que el joven senador, fuera del prestigio que le ha dado su desempeño, no tiene partido en condiciones de llegar a la gubernatura chiapaneca.
El PRD es mera franquicia en Chiapas, Pablo Salazar, Juan Sabines y Manuel Velasco se han encargado de desmantelarla y tenerla así (de rodillas), con meras marionetas suyas en la dirigencia estatal. No tienen estructura, no tienen militantes suficientes y no tienen los millonarios recursos de los que disponen el PEVM y el PRI. Pero lo más importante, que resolvería todo lo demás, no tiene el apoyo del ejecutivo estatal.
Y, por otro lado, la crítica y el espíritu independiente de Robledo (que lo llevó a salirse de la contienda interna para la dirigencia nacional y a declarar la falta de condiciones democráticas en las que se desarrolló), lo tienen sin la posibilidad de un apoyo real a sus aspiraciones en Chiapas, no obstante que el nuevo dirigente ya tendió puentes (vía twitter) para el reencuentro y lo invitó a trabajar en unidad, a lo que el chiapaneco en otro twuittazo respondió raudo que sí, y le lanzó el primer reto al señalar que el PRD está manejado en Chiapas por el PEVM, como diciendo: «¿Vas a permitir que esto siga así? ¿Tienes el valor o te vale?».
Efectivamente, Espinoza, el dirigente perredista estatal, es «totalmente Palacio», y además estulto y arrastrado. Lo único que representa es a quien lo puso y ha sostenido ahí. Así que Zoé podría ser el mejor de los senadores para suceder al Güero, pero tendría que buscar otro partido, ser independiente o una propuesta de Morena. Ésto último, se antoja difícil, con el antecedente repetido que tenemos en Chiapas, donde López Obrador siempre ha intercambiado ideales por votos, y él sabe que en el 2018 tiene su último tren. Por otro lado, que Zoé se haya prestado a todo ese teatro denigrante del senado para entregar la medalla Belisario Domínguez a un destacado miembro de la plutocracia y conocido depredador ambiental, como lo es Alberto Bailleres, también tiene un impacto negativo en la opinión pública, pues no se puede ser recto en unas cosas (como lo ha sido Robledo) y torcido en otras. Se es o no se es. Punto.
El alcalde tuxtleco, Fernando Castellanos, ya la tenía complicada para ser un aspirante serio a la sucesión gubernamental desde que llegó al poder en medio de una polémica que miles percibieron como fraude electoral. Su victoria, muchos dijeron, fue pírrica, pues al ganar electoralmente (haiga sido, como haiga sido), perdió popularidad. Como quiera, Fernando ha tratado desesperadamente de ganar simpatías y el populismo siempre es una tentación para quienes buscan la redención. Trampa fatal resultó el gran «oso» de quitar el busto y nombre del ex-gobernador Salomón González Blanco del parque, para complacer una propuesta aparentemente ciudadana de retomar el nombre original.
Las imágenes del alcalde quitando el busto personalmente y destruyendo con sus propias manos las letras que conformaban el nombre del abuelo de la Procuradora de Justicia Federal, del padre de Don Patrocinio y tío-abuelo del actual gobernador, fueron un error garrafal que no admitía otro tipo de salida, como el que quisieron sacar de que era para «dar mantenimiento al busto». El regaño y deslinde del gobierno estatal no se hizo esperar. Las repercusiones políticas de esta acción de inmadurez y populismo mostrado por Fernando, son de pronóstico reservado, por más que hoy emitiera un comunicado diciendo que su administración tiene «autonomía» con respecto a la estatal (cómo si la gente ignorara quién lo hizo alcalde), que el nombre del parque será el original y no el del Ex-gobernador, y que el busto será recolocado en el mismo parque en un sitio especial. El daño ya está hecho, Fernando Castellanos «la cajeteó»…
No, sería un milagro que el alcalde tuxtleco esté en las boletas electorales para el 2018.
Hay cosas que deben someterse a consulta popular y hay otras que no, pues se cae en el populismo.
Hacer una consulta para volver peatonal un tramo, de apenas una cuadra, de la avenida Hidalgo, en el primer cuadro de Palenque, requería no un plebiscito, sino un estudio de vialidad, realizado por especialistas, y la orientación de urbanistas que busquen la mejoría de la imagen turística del primer cuadro de la ciudad.Dos aspectos si se deben cuidar: vía alterna peatonal y espacios para estacionamiento que suplan los que ahora están sobre el tramo a remodelar.
La consulta se hizo (así se percibe) como una medida política para que el párroco y los taxistas, opuestos a la conversión peatonal, no la tomaran directamente contra el ayuntamiento, como si ambos dictaran la agenda municipal, tipo «ciudadanos alfa». Sin embargo el gobierno municipal tiene la facultad de hacer la obra sin consulta popular de por medio. Si van a estar consultando cada paso que den, entonces ¿dónde está la planeación, los programas de desarrollo, y la actitud de asumir la responsabilidad que el pueblo les dio en las urnas?.
No obstante, más allá de si el tramo que el ayuntamiento remodela de la avenida Hidalgo sea peatonal o vehicular, la consulta que ayer jueves se realizó, señala claramente que, tanto el párroco como el sitio de taxis Maya Pakal, por segunda ocasión en este año, vuelven a salir derrotados en una elección.
El resultado final de la consulta ciudadana, realizada hoy en Palenque, arrojó un total de 614 votos a favor del andador turístico, 304 en contra y 8 nulos. En la elección municipal de hace unos meses, el párroco y los taxistas hicieron su apuesta por opciones electorales diferente a la que hoy gobierna.
En el trienio anterior, a la iglesia católica le salió bien su apuesta a favor de Marcos Mayo. El sitio Maya Pakal, más que aliado, fue fortaleza y cómplice de Cruz Guzmán, las dos veces que ganó. Hoy ambas fuerzas políticas fácticas ya no son lo que algún momento oscuro fueron. Por segunda ocasión en este año, así se ha comprobado. Podrán tener «voceros», pero es un hecho que se están quedando sin voz.
Buena la combinación que el alcalde coleto, Marcos Cancino, está realizando con ONG’s, gobierno federal y estatal, apostándole al desarrollo sustentable para sacar de la marginación a muchos indígenas del valle de Jovel. El desarrollo económico y social no puede solucionarse meramente con programas de ayuda, sino promoviendo la productividad y la generación de satisfactores, respetando el medio ambiente. La participación de los tres niveles de gobierno y la sociedad civil dan certidumbre a este proyecto que podría seguirse en muchos municipios chiapanecos, si da los resultados que esperan quienes participan en él.
El cambio de mando único en Palenque era muy necesario ante el incremento de robos, asaltos y hasta homicidios. La situación de quien venía fungiendo en ese cargo, Ciro Hernández, era ya insostenible, pues el no controlar el delito indicaba negligencia o complicidad. Se habló de que ambas agravantes las tenía el anterior director de la policía municipal.
Ya hoy hay remplazo en esa área, Carlos Martín Vidal, y se espera que de buenos resultados, que se aplique y se mantenga honesto. Tal vez es mucho pedir, pero si no pueden con el paquete, ¿para qué entonces aceptan el cargo?
En Palenque, en cuanto medios de comunicación, estamos sobrados de cantidad y escasos de calidad. Ser comunicador requiere profesionalismo, ética y compromiso social. Más que un modo de ganarse la vida, es un estilo de vida, nada fácil, por cierto. No hay cabida para el oportunismo ni para la improvisación, porque a la postre el lector tiene la última palabra y se da cuenta de si hay profesionalismo o no. Traer una cámara colgando y cobrar «chayo» no ha hecho periodista a nadie, sino el profesionalismo de su desempeño. Chiapas (donde la mayoría de sus periódicos venden sus ocho columnas, con la misma falta de pudor que una meretriz se prostituye) merece buen periodismo, ¿O no?
El espacio (diría el yucateco) «se gastó». Nos leemos el próximo viernes, aquí o mi página «La Casa del Jabonero» en Facebook. Abur!!!

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