La CFE y bar discriminante indignan a Chiapas
Hector Estrada

Como se había advertido, todo parece indicar que nuevamente la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha decidido ignorar los compromisos sociales y acuerdos gubernamentales en la ejecución de sus proyectos en Chiapas; esta vez con la contratación de mano de obra foránea para la construcción de la nueva presa Chicoasén II.

Hace sólo una semana señalaba en este espacio el rechazo de gran parte de las comunidades en la región Mezcalapa que se verán afectadas directamente por la construcción de esta central hidroeléctrica, una radicalizada oposición comunal que incluso asegura estar dispuesta a «arriesgar la libertad» con tal de evitar el inicio de obras.

Esta vez fueron obreros y trabajadores del municipio de Chicoasén quienes se manifestaron para exigir que en la construcción de la hidroeléctrica sean contratados prioritariamente trabajadores de las localidades cercanas, tal cual fue el acuerdo que establecieron con la CFE para autorizar la construcción.
Revelaron que la paraestatal, en complicidad con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), está contratando para la realización de la obra a empleados de Guerrero, Oaxaca, el Distrito Federal, entre otras entidades, dejando de lado la participación de la mano de obra local capacitada.
A decir de los denunciantes, para disfrazar la llegada de mano de obra foránea las autoridades realizaron la conformación exprés del nuevo el Sindicato Nacional de Trabajadores Empleados, Choferes, Transportistas y Obreros de la Construcción (Sinatrec), desde donde se justificaría la exclusión de los trabajadores locales.
Ciro Pérez Gutiérrez, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Mixto de la Industria de la Construcción en Chicoasén, recordó que uno de los acuerdos para autorizar las obras fue la contratación de personas de la misma comunidad. Sin embargo, aseguró que actualmente no existe ningún contrato formal para dar garantías de trabajo a los habitantes del municipio de Chicoasén.
Explicaron que a través del Sinatrec se ha contratado ya a decenas de trabajadores procedentes de otros estados, lo que ha generado connatos de enfrentamiento, bloqueos y división entre los habitantes del lugar.
Es así como nuevamente la CFE pretende pasar por encima de los intereses de Chiapas y los chiapanecos. Se confirma la añeja visión de la paraestatal para ver al estado como un mero botín de explotación hídrica, sin retribución alguna para las comunidades que hacen sacrificios a fin de dar paso a las grandes centrales hidroeléctricas.
¿Dónde quedó la promesa de los mil empleos directos para las comunidades circunvecinas que se anunció con bombo y platillo?.. Nuevamente se le quiere ver la cara a los chiapanecos con beneficios ficticios que en nada benefician a la entidad.
Es hora que los «representantes» locales y federales dejen un poco sus anticipadas actividades proselitistas para defender de verdad los intereses de sus representados, investigar el caso y, de confirmarse, impedir que la CFE coloque otro golpe certero contra Chiapas.

Urge sanción o clausura contra bar discriminante
La noche de este domingo la indignación nuevamente recorrió las redes sociales con la noticia de un nuevo caso de discriminación por homofobia en la capital de Chiapas. Se trata otra vez del llamado bar Jack Pub; un establecimiento que ya cuenta con fama de ser un sitio con políticas altamente discriminatorias.
Esta vez fue un grupo de jóvenes quienes se encontraban al interior del establecimiento cuando fueron abordados por quien se identificó como el gerente del lugar y les pidió de manera altisonante se retiraran bajo el simple el argumento de que estaban bailando de con movimientos homosexuales.
Osiel Sol, uno de los agraviados, narró que, cerca de las 3:00 horas, una mesera les llevó la cuenta, y los elementos de seguridad ordenaron que se fueran porque la forma en que estaban bailando era indebida: «dijeron que no podíamos bailar de esa manera, porque era muy gay».
«¡Por jotos, se me van!», exigió el supuesto gerente del bar, ubicado en la calle 15 Poniente-Norte de Tuxtla Gutiérrez.
Será este lunes cuando los agraviados presentarán una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en contra de esta empresa. «Todos somos primos, cuatro hombres y una mujer. Fuimos a divertirnos, a bailar, no estábamos haciendo nada malo pero, de pronto, el personal de seguridad se nos acercó», dijo.
Cabe precisar que no es la primera ocasión que el bar Jack Pub es señalado y denunciado por actos discriminatorios, pues en mayo de 2012 también enfrentó la acusación de la vicecónsul de Guatemala, Ana Clemencia Mateo, a quien le negaron la entrada porque vestía ropa típica de su país.
En un país que cuenta con compromisos internacionales contra la discriminación ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y una constitución que privilegia el respeto a los derechos humanos no deben pasarse por alto este tipo de anomalías. Debe actuarse con severidad contra un establecimiento reincidente en actos discriminatorios.
Ojalá las autoridades apliquen las sanciones correspondientes contra este establecimiento que actúa violentando los derechos humanos, y la población piense dos veces antes de gastar su dinero en lugares que se toman la libertad de clasificar o segregar a sus clientes por su sexo, orientación sexual, raza, etnia o apariencia física.

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