Sorpresa causó saber de último minuto que la diputación por el poniente de Tuxtla la disputarían solos tanto el PVEM como el PRI. La fórmula que manejaron en la elección federal resultaba inalcanzable. Pero vinieron las negociaciones y un Manuel Sobrino —que se había inscrito por el poniente con el tricolor— apareció como número uno en la lista de plurinominales verdes, lo que no dejó contentos a varios tucanes que ya llevan ratito haciendo cola.
Esta afrenta de llevar al frente de los verdes a Sobrino no tiene más autor intelectual y material que el «crítico» Willy Ochoa, quien se quedó con la titularidad de la fórmula PRI-Verde-Panal por el poniente de Tuxtla y la principal posición plurinominal de su principal «aliado a cambio de no seguir haciéndola de tos con que quería ser el presidente capitalino.
Mientras que por el oriente se calculó que si bien el Verde había doblado en votos a los rojos en la pasada elección, Carlos Penagos Vargas, exsecretario de la Juventud, Recreación y Deportes, no tendría ningún impedimento para hacerse de la curul. Y sin menospreciar a las y los demás contendientes, de arranque el eventual adversario sería Alfredo Araujo, exdirector del SMAPA, y abanderado rojo.
La verdad es que quienes hicieron la negociación dejaron contento a un militante tricolor de décadas como lo es Araujo y más contento aún al candidato oficial, que, con riesgo a que al respetable no le agrade mi juicio, es más carismático que el ingeniero.
Así es como Penagos y Araujo arrancaron a la cabeza de la contienda —que hasta la semana pasada no mostraba mayores diferencias, veremos la que inicia—, pero al poco tiempo los operadores políticos se dieron cuenta que el priísta también tenía lo suyo: una estructura construida a su paso por el CEM y fortalecida con la cercanía y la asistencia en los años posteriores —el voto duro y tradicional rojo y la lealtad de la actual secretaria del comité municipal e integrante de la planilla de Castellanos— y la buena relación del gremio constructor, que para los iniciados es el que más paga suelta en campañas.
Vamos a mitad del proceso y por ahí se asoma la posibilidad de que el experimento electoral del oriente capitalino se torne una verdadera contienda entre los «aliados». De los demás candidatos y candidatas, honestamente, esperamos que den sorpresas esta semana y podamos escribir de ellos. No es mi culpa si no los menciono pero no asoman.
Corrillo
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