La mujer de los volcanes que abraza a la ciencia

Silvia Ramos Hernández tiene 40 años como investigadora, y trabaja por disminuir la brecha de género en la ciencia

Sandra de los Santos / Aquínoticias

Creció viendo el cerro de Huitepec en San Cristóbal de las Casas. Ese volcán inactivo convertido en un cerro la llamaba y fue quien le dijo que su trabajo sería de científica. Silvia Ramos Hernández es investigadora de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), y recientemente ganó el premio Rosario Castellanos que otorga el Congreso del Estado.

«Desde niña me incliné mucho por la naturaleza, me llamaban la atención los cerros, los volcanes, cómo había sido la conformación de la Tierra» cuenta la fundadora y directora del Centro de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Unicach.

Cuando egresó del nivel medio, sabía que quería estudiar biología porque era lo que más se acercaba a lo que ella se quería dedicar, pero la carrera no estaba en el estado así que tuvo que convencer a su padre que la dejara inscribirse en la Universidad Autónoma de México (UNAM).

«Mi mamá siempre fue mi aliada, pero mi papá tenía la idea que como era mujer no era seguro que me fuera, que no podía estar alejada de mi familia; pero mi hermano que ya estudiaba en el Politécnico lo convenció y me fui a estudiar a la Ciudad de México» cuenta la doctora en ciencias.

La científica, recuerda, que en toda su formación académica se encontró a muy pocas mujeres tanto como compañeras estudiantes como docentes. Para nadie es un secreto la subrepresentación que hay de las mujeres en el campo de la investigación. Según datos de la Unesco apenas el 30 por ciento de las personas investigadoras en el mundo son mujeres y una cifra similar tiene México.

Silvia Ramos Hernández es muy consciente de esa situación y de los problemas que se enfrentan las investigadoras en este campo relacionadas a su condición de género: laboratorios donde hay mayoría de hombres y que hace que las mujeres sean más vulnerables al acoso y hostigamiento porque las redes de apoyos de personas de su mismo sexo son limitados; micromachismos y también lo difícil que puede llegar a ser alternar el campo científico con la familia o la maternidad.

Toda su formación académica tanto de licenciatura, maestría y doctorado la realizó en la UNAM, en ese lugar se quedó a trabajar durante 11 años; pero después regresó a Chiapas, de donde nunca terminó de irse.

Todo su trabajo de investigación siempre lo ha realizado en Chiapas, aquí ha sido su laboratorio, aun en las etapas que vivió fuera de la entidad. Su área de mayor experiencia se encuentra en los volcanes y el monitoreo sísmico.

Con la investigadora se  puede hablar durante días o semanas enteras sobre este tema, para ella un volcán son montañas vivas, los lugares por los que la tierra respira.

A la investigadora se le debe que en Chiapas se haya abierto el primer Centro de Monitoreo Volcánico y Sísmico, también es la fundadora y directora del Centro de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático; y coordinadora fundadora de la Licencia en Ciencias de la Tierra y la Maestría en Riesgos y Cambio Climático.

A Silvia Ramos Hernández, cuando era niña y adolescente, le interesaba la naturaleza, los volcanes, la convivencia entre la sociedad y el medio ambiente, conversar con las personas sobre sus pasiones, en ese entonces, no sabía que había una carrera que podía unir todo eso. Después lo entendió y por eso trabajó mucho para abrirla en Chiapas, la Licenciatura en Ciencias de la Tierra.

Se preocupó tanto por la apertura de la  carrera no solo porque era la licenciatura que a ella le hubiera gustado cursar, sino porque está convencida que se necesitan profesionales en esta área, que ayuden a que las personas puedan habitar este mundo de una manera más segura y de manera sana, una profesión interdisciplinaria, que dialogue con la biología y la geología, pero que también entienda la importancia de la comunicación con las comunidades.

La doctora ha promovido la incorporación de más mujeres tanto en el campo de la investigación como a las licenciaturas relacionadas con las ciencias exactas, y particularmente, Ciencias de la Tierra. La carrera que coordina está casi conformada de manera paritaria.

Hace un mes se le entregó la medalla Rosario Castellanos por parte del Congreso del Estado, la máxima presea que se entrega en la entidad a quien ha contribuido en la sociedad mediante su trabajo en la ciencia o las artes. Le gusta pensar que este logro sea ejemplo para las niñas adolescentes y jóvenes que quieren dedicarse a las ciencias, decirles que es un camino posible y maravilloso para ellas.

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