La renuncia de ERA / Rodrigo Ramn Aquino

Si Eduardo Ramírez Aguilar —expresidente municipal de Comitán, exdiputado federal, exsecretario general de gobierno; actual presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, además de secretario general del partido en el poder— es lo que parece, a estas alturas ya se habrá dado cuenta que en el instituto político en el que más ha hecho política, en el que más ha trabajado y en el que más ha construido —para sí como para el propio partido—, pronto se le empezarán a cerrar las puertas para darle paso a otro cuadro venido y construido desde el centralismo.
Así es. El senador Luir Armando Melgar Bravo reúne todas las condiciones para ser el elegido y encabezar la alianza PVEM-PRI que buscará suceder en el cargo a Manuel Velasco Coello en 2018.
No sólo es el único Senador Verde por Chiapas (lo que por sí mismo lo coloca en la antesala de la candidatura), sino porque representa los intereses del Grupo Salinas (no sólo de TV Azteca) —un monstruoso poder económico y mediático, al tiempo que fáctico— que será un extraordinario aliado del PRI y de su Presidente en la cruenta lucha por mantenerse en el poder a toda costa. A cambio claro, de un módico requisito: Chiapas, o más bien dicho: los recursos de Chiapas aunque aquí, ni modo que se pudiera sin ellos, vivan chiapanecos.
Así que los tricolores sólo tendrán que aceptar la ayuda del empresario que de seguro querrá poner más parques eólicos, presas y minas en nuestro estado, para que, favor con favor se paga, Roberto Albores Gleason y su papá, se vayan olvidando de esa exquisita idea de volver a vivir en Casa de Gobierno otra temporada. Así pues nuestro querido Chiapas, olvidado por momentos de que su destino se sigue decidiendo en algunas mesas.
En estas circunstancias lo más seguro es que ERA ya tenga un meticuloso Plan B para llegar a ser gobernador del estado. De tenerlo, como se esperaría, éste debe estar fincado en su renuncia a la dirigencia estatal del Verde, e, incluso, ir más allá: renunciar a su militancia misma y abrigar otras posibilidades en un proyecto que se antoja más de base social.
Así que no extrañaría mucho si en los próximos días Ramírez Aguilar anuncia su condición de legislador independiente para construir con todos por igual, ah pero eso sí, siendo y permaneciendo como el principal líder del Congreso de Chiapas por —si se dan los consensos, claro— toda la legislatura.

Ágora

Leo el libro «Ética para gobernar. Lecciones básicas para un gobierno justo», de Oscar Diego Bautista, bajo el sello del Senado de la República, y ahí comprendí con mayor plenitud el concepto de ética pública, le comparto: «Cuando se habla de ética pública, no es que se trate de una ética especial para los asuntos de gobierno y administración pública, se refiere sencillamente a la ética aplicada y puesta en práctica en el ámbito público. La ética aplicada en los servidores públicos implica un cambio esencial en las actitudes de cada individuo, lo cual se traduce en actos concretos orientados hacia el interés público, es lo que Max Weber denominó como «ética de la responsabilidad».

Corrillo

La sola idea generó toda clase de comentarios. La propuesta de creación del Instituto de la Fe en San Cristóbal de Las Casas tiene divida a la opinión pública. Unos dicen que si la separación de la iglesia y el estado, otros que ya era tiempo de atender a todos y no sólo a los católicos y evangélicos. Mientras tanto, el presidente municipal Marco Cancino da sus razones en una entrevista con el periodista Fredy López Arévalo. Entrevista, permítame sugerirle, la puede ver en la fanpage de AquíNoticias, el portal de la esfera pública.

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