La sobrevivencia, resistencia y resiliencia en el cancer de mama en Chiapas

Octubre se dedica a la visibilización de esta enfermedad y la importancia de su detección oportuna, sobre todo en las mujeres, que son la mayoría de las víctimas de este padecimiento

Sandra de los Santos / Lucero Natarén / Marco Aquino / Liz Leyte

Aquínoticias

En Chiapas, cada año, se presenta entre 110 y 120 defunciones a causa del cáncer de mama según cifras oficiales. Este mes, octubre, se dedica a la visibilización de esta enfermedad y la importancia de su detección oportuna, sobre todo en las mujeres, que son la mayoría de las víctimas de este padecimiento.

En este trabajo te presentamos la historia de tres mujeres, que tuvieron experiencias con esta enfermedad. Liliana de 69 años es sobreviviente. Beatriz a sus 32 años sigue luchando con la enfermedad, y Lorena la vio cerca, pero la libró.

El médico Oscar Manuel Aguilar Arámbula, especialista en ginecología oncológica del hospital de Oncología, del Centro Médico Siglo XXI del IMSS, habla sobre las causas, riesgos y síntomas tempranos de este padecimiento, además de los tratamientos eficaces que se tienen hoy en día.

En la última parte te contamos del trabajo de la Fundación del Cáncer de Mama y de algunas campañas que están en activo y a la que se pueden recurrir para obtener información sobre esta enfermedad y realizarse un examen.

La sobrevivencia y resistencia

UNO

El primer signo de alerta fue un ligero sangrado en su pezón izquierdo, al menos fue del que más se percató, aunque después hace memoria y recuerda que ya antes había tenido otros síntomas, pero no les prestó atención.

A sus 52 años pensó que los cambios en sus senos se debían a la menopausia y tardó un par de meses en acudir a un médico. «Hay cuando vaya a Tuxtla a ver a mis hijas voy a ir» decía mientras seguía con su vida cotidiana en la comunidad Nueva Esperanza municipio de Venustiano Carranza.

Era evidente que la situación empeoraba, pero siempre había algo que hacer en su casa: cuidar a los nietos, atender a su esposo e hijos, ir de compras, ir a la cabecera municipal a un mandado. «A todo iba menos a la clínica» recuerda.

Le contó a una de sus hijas lo que le pasaba y fue ella la que se apuró a llevarla a una Clínica de la Mujer en Tuxtla Gutiérrez. Ahí empezó su recorrido de hospital en hospital, de dejar su casa por largas temporadas para poder recibir tratamiento. Todo lo cuenta con mucha tranquilidad.

Liliana, quien actualmente tiene 69 años, es sobreviviente de cáncer de mama. Le extirparon un seno y prefirió no usar prótesis. «A mi edad eso ya no me importa» dice resignada, aunque sí quiso que le hicieran implantes de cejas, porque las perdió durante el tratamiento, y trata de disimular el cambio en su cuerpo con la ropa.

Ella es una mujer creyente y dice que de eso se aferró durante los momentos más difíciles de la enfermedad. Lamenta no haberse atendido antes y ahora cuenta su experiencia con todas las mujeres que la quieran escuchar para que no la repitan, pero también para que sepan que hay una salida, que no necesariamente es una sentencia de muerte.

DOS

Beatriz tiene 32 años de edad. Hasta hace dos años nunca había salido del municipio donde nació, Simojovel. Ahí trabajaba cuidando los animales de patio de su casa, ayudando a su madre en las tareas domésticas. Pero, tuvo que mudarse a Tuxtla Gutiérrez para recibir atención médica por unos quistes que tiene en los senos y los cuales siguen en observación.

Ella terminó la primaria, pero realmente le cuesta leer y escribir. La enfermedad le cambió su forma de vida. A las primeras molestias que empezó a sentir le comentó a su mamá y ella se preocupó porque el cáncer de mama no es algo desconocido en su familia.

«Mi tía, hermana de mi mamá, murió de cáncer de mama y mi abuelita creemos que también, pero ella sí nunca se vio con los médicos» cuenta Beatriz, que es de pocas palabras.

Cuando vino a Tuxtla a tratarse su hermana, que es trabajadora del hogar, la apoyó, pero su sueldo no daba para las dos y todas las vueltas que le significa tener que atenderse. Así que también ella se puso a trabajar.

Dice que sobrelleva bien las molestias de la enfermedad y hasta ahora no le han detectado cáncer, pero que sigue yendo a revisión porque están observando la evolución de los quistes que tiene.

TRES

Lorena tenía 57 años de edad cuando vio llegar a su casa una camioneta que tenía rotulado el logotipo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Preguntaron directamente por ella y le entregaron un sobre. Las manos y las piernas le temblaban cuando leía que los estudios, que solo se los realizó de manera preventiva, habían encontrado algo extraño en sus senos. De la impresión se le subió la presión y la tuvieron que internar de emergencia porque ya había sufrido un preinfarto años atrás.

La familia de Lorena decidió buscar una segunda y tercera opinión, repetir los estudios dos veces y afortunadamente lo que mostraban era un proceso propio del envejecimiento. Desde esa ocasión, dice, es más consciente de los cambios de su cuerpo, está más pendiente y rigurosamente explora sus mamas. Actualmente, tiene 64 años de edad y no ha tenido otra complicación de salud.

Cáncer de mama, desde la visión de un oncólogo

 

El cáncer de mama es una enfermedad que se diagnostica mayormente en las mujeres, sin embargo, los hombres no están exentos de padecerla, explica el doctor Oscar Manuel Aguilar Arámbula, especialista en ginecología oncológica del hospital de oncología, Centro Médico Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El cáncer de mama, declara el especialista, es el que se forma en los tejidos de la mama, generalmente en los conductos que llevan la leche al pezón o lobulillos (glándulas que producen leche). Agregó que existen variaciones de este cáncer poco comunes como el tumor phyllodes, sarcomas y linfomas.

El también especialista en ginecología y obstetricia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indica que si bien no se conoce una causa especifica que produzca este tipo de cáncer, existen factores de riesgo que, de conocerse, pueden ayudar a las mujeres a estar preparadas y actuar a tiempo.

Algunos factores de riesgo son: predisposición genética, exposición a estrógenos, obesidad, tabaquismo, alcoholismo, la edad, terapia hormonal de reemplazo, no lactar y no haberse embarazado.

«Es importante recordar que tener un factor de riesgo aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer, pero no significa que es un hecho que la persona lo desarrollará. Del mismo modo, no tener un factor de riesgo no la exenta de padecerlo».

Destacó que las primeras señales de advertencia son variadas. Se habla de un abultamiento nuevo en la mama o la axila, aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama, irritación o hundimientos en la piel de la mama, enrojecimiento o descamación en la zona del pezón, hundimiento del pezón o dolor en esa zona.

Añadió que también puede presentarse secreciones, que no son leche, las cuales pueden incluir la presencia de sangre en las mismas. Sin dejar de lado las deformaciones del seno o dolor en cualquier área de la mama.

Aguilar Arámbula recalcó que es importante la autoexploración mamaria, la cual debe ser mensual e iniciar desde los 18 años de edad (siete días después de terminada la menstruación), sin embargo, también es vital realizarse un examen médico mamario anualmente a partir de los 25 años de edad.

Con respecto a los estudios clínicos mencionó que existen el de imagen como la mastografía, el ultrasonido mamario y la resonancia magnética, las cuales permiten detectar, caracterizar, evaluar la extensión de la enfermedad y dar seguimiento a las lesiones mamarias, en caso de padecerlas.

«Se recomienda la mastografía anual de tamizaje en mujer asintomática a partir de los 40 años de edad y el ultrasonido mamario es el estudio de elección inicial en mujeres de 30 en adelante o cuando se considere complemento de la mastografía; la resonancia magnética cuenta con indicaciones específicas».

Para las mujeres de bajos recursos, el médico comentó que existen campañas de salud que ofrecen de manera gratuita la realización de la mastografía. En el caso de pacientes con acceso a seguridad social se realizan mastografías de tamizaje de manera rutinaria en su centro médico.

El profesional de la salud recomienda a las pacientes que vayan a acudir a realizarse un estudio mamario, vistan de preferencia ropa de dos piezas (blusa y pantalón o blusa y falda) -así no habrá necesidad de desvestirse totalmente-; asistir bañada, evitar ponerse desodorante y/o talco, «esto es importante porque la mayoría contienen minerales que no dejan ver con claridad las imágenes».

En caso de sospecharse o existir la presencia de cáncer de mama, el oncólogo asegura que existen diversos tratamientos, los cuales dependerán del estado del cáncer, el tipo y la evaluación de riesgos. «El tratamiento va desde la cirugía, pasando por la quimioterapia, la hormonoterapia, hasta la radioterapia».

En cuanto a los tratamientos menos agresivos, Aguilar Arámbula explica que la cirugía es cada vez más conservadora. «Actualmente si la paciente es candidata se puede realizar cirugía conservadora y solo biopsia de ganglio en la axila, pero debemos recordar que esto depende de diferentes factores como son la etapa clínica, la relación del tamaño tumoral y de la mama, además de si se sospecha o evidencia afectación de ganglios en la axila».

Por último, el experto recordó cuán importante es el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, que se celebra en todo el mundo cada mes de octubre, el cual tiene como objetivo aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos de este padecimiento.

Impacto psicológico del cáncer de mama

El cáncer de mama implica para muchas mujeres una situación que afecta física y psicológicamente su calidad de vida y es que son sometidas a diversos tratamientos como la masectomía. Se ha comprobado que pacientes con esta intervención  presentan con mayor regularidad trastornos de ansiedad y depresión.

Gabriela Pérez Grajales, representante de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), en Chiapas, indicó que en la última década han ayudado a más de 600 mujeres chiapanecas.

Una de las fases en las que se presenta un mayor deterioro emocional es durante el tratamiento, debido a los efectos secundarios, colaterales y secuelas del mismo, como la cirugía.

No obstante, Fucam, ayuda a mujeres que tienen cáncer de mama durante todo el proceso médico que esta enfermedad implica; desde la detección, hasta la operación y tratamientos necesarios, incluyendo el ámbito emocional.

Pérez Grajales señaló que, en un solo día, al menos tres mujeres de Chiapas solicitan la ayuda de la Fundación, porque han sido diagnosticadas con este padecimiento y no tienen los recursos económicos para pagar su tratamiento.

«Ha habido mujeres que llegan hasta con una etapa cinco, aquí ya no tienen más esperanzas, gracias a Dios está Fucam y yo he visto mujeres que llegan de un estado muy mal y están bien», dijo Gabriela Pérez Grajales, representante de la organización en Chiapas.

Destacó que, en los municipios Frailesca, los Altos y el Centro de Chiapas ha identificado un índice más alto de este tipo de tumores, sin embargo, hasta el momento no hay un factor determinante relacionado con la presencia de esta enfermedad.

Las personas que han sobrevivido a la enfermedad así como expertos coinciden en dos factores determinantes para combatirla es la detección oportuna así como el tratamiento adecuado.

Si alguna mujer necesita orientación porque ha recibido un diagnóstico negativo, puede solicitar el apoyo a Gabriela Pérez Grajales, llamando al número: 5532336358.

En Tuxtla Gutiérrez se puede acudir tanto a la clínica poniente como oriente de la mujer, en donde se pueden realizar los estudios de detección.

Quién es Oscar Manuel Aguilar Arámbula

Especialista en Ginecología y Obstetricia por la UNAM.
Inscrito al Hospital de Gineco Obstetricia No. 4 «Luis Castelazo Ayala», IMSS.
Residente de Ginecología Oncológica del Hospital de Oncología, Centro Médico Siglo XXI, IMSS.

 

 

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