La Unach debe seguir en movimiento: Placido Morales

El coordinador general del Gabinete del Gobierno del Estado se registra este viernes en el proceso de elección del nuevo rector o rectora de la Universidad Autónoma de Chiapas: «Fortaleceremos la academia», afirma

Rodrigo Ramón Aquino

[dropcap]P[/dropcap]lácido Morales Vázquez, coordinador general de Gabinete del Gobierno del Estado, se inscribe este viernes en el proceso de auscultación para elegir al próximo rector de la Universidad Autónoma de Chiapas. Su proyecto universitario lo ha venido diseñando con las necesidades expuestas en cada una de las reuniones que ha sostenido con la comunidad académica, administrativa y estudiantil.
«El anhelo, la ilusión o el sueño se puede tener, se puede acariciar; la probabilidad se construye y, en mi condición, no sólo está sujeta a mi deseo, sino que, también, me encuentre en la coyuntura política tanto al interior de la universidad como en la relación institucional con el gobernador Manuel Velasco Coello, con quien trabajo. Reafirmo mi interés en la participación y trabajo para ser sujeto de la auscultación.»
Morales Vázquez considera que todo universitario debe tener el anhelo de ser rector. Y Plácido es universitario: inició sus estudios de Derecho en esta universidad y los concluyó en la Universidad Autónoma de México, donde fue activista estudiantil, docente, directivo de un cuerpo académico. A su juicio, sigue siendo universitario porque no ha dejado de estar vinculado a la Unach a través de diplomados, seminarios y conferencias.
—¿Plácido Morales cumple con los requisitos de la convocatoria?
—Los requisitos formales los lleno, pero aspiro a obtener el consenso. Y para eso mantengo un diálogo con las partes de la universidad, con los académicos, con los estudiantes, con los directivos administrativos, con líderes sindicales. Tengo un diálogo con el propósito de que se establezca una comunicación de conocimiento con ellos, que ellos me conozcan, pero también me expongan sus inquietudes, necesidades anhelos y podamos tener un diagnóstico más apegado a la realidad sobre las condiciones actuales de la universidad. Como rector de una universidad pública y autónoma se debe lograr la concurrencia de elementos formales y elementos de consenso político necesarios.
—¿Estas reuniones le han permitido trazar las líneas directrices de su proyecto universitario?
—Estas reuniones me preparan para poder diseñar un proyecto de universidad. Es decir, el próximo viernes presentaré una propuesta de registro, un conjunto de enunciados sobre los objetivos a desarrollar y las motivaciones por las que tengo la aspiración. Pero un proyecto de universidad se construye con los universitarios, y se hace en el diálogo. Para ello he concebido la probabilidad de un congreso universitario donde se revisen las fortalezas y debilidades de la Unach.
—En alguna entrevista reciente leí que usted planteaba «una refundación» de la Unach…
—Estrictamente como refundación no, porque eso sería demoler y reconstruir sobre esos cimientos, y yo creo que no hay que demoler mucho; hay que agregar y rectificar, fundamentalmente con la parte académica, de investigación y de relación rectoría-base universitaria.

Aceptación

La llegada de actores políticos al seno de la universidad causa resquemor en algunos sectores, de eso no hay duda. Con el rector saliente eso ocurrió; no obstante, el saldo de salida es más positivo que negativo. De los actuales aspirantes se dice de todo, de nuestro entrevistado, bueno, basta con echar un vistazo a las columnas políticas de estos días para saberlo. Pero ¿cómo pulsa el propio Plácido la aceptación de su perfil en la comunidad universitaria?
—La aceptación se construye cotidianamente. Yo tengo una vida pública larga. He estado sometido al escrutinio de quien tiene una vida pública intensa, he hecho ejercicios políticos en campañas electorales, en cargos públicos, en la oposición, en la crítica política, en la proposición. y esa trayectoria pública por supuesto que pasa por la universidad, y los universitarios pueden conocer a las personas que están hechas en Chiapas. Somos made in Chiapas.
—¿Cree que el piso será parejo para todos los aspirantes?
—No debo calificarlo; yo digo que el piso debe ser parejo. Es un ejercicio universitario y como tal toda persona que reúne los requisitos formales tiene derecho a participar, tiene derecho a proponer y tiene, también, la obligación de someterse al juicio de la Junta de Gobierno. Ahora, en la parte de la construcción de un rectorado es un trabajo de todos los días. Un rector no es una autoridad acabada, es una autoridad que cotidianamente se va forjando y formando en contacto con la base estudiantil, con los cuerpos docentes, con los investigadores, con el personal administrativo y con la sociedad, por supuesto. Porque la universidad es la que refracta y sobre la que repercute la realidad social.
—Los recientes e infortunados acontecimientos nacionales también han repectudido al estado. La sociedad civil se ha inquietado, inconformado, demandado justicia. La Universidad Autónoma de Chiapas no ha quedado al margen y se ha movilizado. De llegar al rectorado ¿cómo hacer frente a una situación así?
—La movilidad en la universidad no debe ser una excepción, sino, por el contrario, debe ser un elemento permanente. Una universidad cuya relación maestro-alumno se reduce a horas-aula, es una institución que no tiene vínculo con la realidad social. Entonces, la universidad debe estar movilizada en torno a las banderas que convengan a la sociedad. Debe estar movilizada en este momento, hay un caso grave en nuestro país, la desparición de 43 jóvenes. Las universidades deben tener conciencia social. No debe alarmarnos.
«Pero la movilidad también es que los alumnos vayan al campo, a las comunidades indígenas, a conocer sus modos de organizarse, los modos de trabajar, los modos de producir sus satisfactores. Que vayan a las comunidades pesqueras, forestales. Es decir, la universidad tiene que ser, en su sentido más amplio, la que produzca a esas personas de pensamiento libre y de compromiso social que ayuden a transformar la realidad para beneficio social.»
Finalmente, Plácido Morales invitó a los académicos, a los estudiantes, al personal administrativo con los que aún no se ha sentado a dialogar, a que se informen sobre lo que han hecho y lo que se dice de quienes tienen la aspiración de ocupar la rectoría de la Unach. A que conozcan sus propuestas, su pensamiento y su trayectoria.
«Estoy absolutamente dispuesto a ir a debate con quien me invite. Este proceso debería ser así, exponer ante la comunidad universitaria cada proyecto, cada idea y llegar a la reflexión conjunta. Bienvenida esa propuesta.»

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