Las aves nos conectan

Playerito alzacolita. Foto: Cortesía / Heliomaster.

En este artículo el equipo de Heliomaster nos platica sobre las aves migratorias que visitan Tuxtla en esta temporada a propósito del segundo Festival de Aves Migratorias, que se realizará el fin de semana en la ciudad

Heliomaster / Aquínoticias 

Cada año, el segundo sábado de mayo y el segundo sábado de octubre, se festeja el Día Mundial de las Aves Migratorias. Esta efeméride pretende visibilizar la situación actual: los retos, amenazas, hazañas y cómo no, las contribuciones a su conservación. Y es que las aves migratorias no solamente son las golondrinas que van y vienen -a saber dónde- en la cultura popular mexicana.

Las aves migratorias son animales fantásticos -como los de Harry Potter, pero reales. Las hay en todo el mundo, y ciertamente existe algo casi mágico en ellas: en sus impresionantes travesías a lo largo de los continentes, conectan a personas, países y paisajes tan distintos y tan distantes. Un diminuto Colibrí de Garganta Rubí (o Archilochus colubris, uno de los migrantes más comunes en Chiapas, que mide apenas 8 cm de la punta del pico a la punta de la cola y pesa alrededor de 5 gramos, recorre año con año 800 km de mar abierto, cruzando el Golfo de México, desde la costa sureste de Estados Unidos hasta Tabasco y la Península de Yucatán; esto ocurre a mediados de septiembre, y se repite en sentido contrario -de regreso- en el mes de abril. ¿Pueden imaginarlo? Un animal tan pequeño, comparable a un abejorro, es capaz de hacer un vuelo de 800 mil metros de distancia en una sola noche, ¡sin parar! Y eso, sin contar la distancia que recorren sobre tierra firme…

Así, hay muchos ejemplos sorprendentes. Claro está, la migración de las aves ocurre de forma diferente en cada especie, y tan sólo en Tuxtla Gutiérrez, existen más de 60 especies de aves migratorias que año con año nos visitan (de un total de 130 especies aproximadamente, para la zona urbana de la ciudad). Algunas aves hacen recorridos relativamente cortos: del sur de Canadá hasta Costa Rica (alrededor de 4000 km), como es el caso del Gavilán de Cooper. O, pueden ser viajes increíblemente extenuantes, como los realizados por los Playeritos Alzacolita, que recorren entre 1000 y 11 mil kilómetros, desde Alaska, hasta la Patagonia.

Gavilán Cooper. Foto: Cortesía Heliomaster.

Chiapas tiene una ubicación privilegiada: al encontrarse en el sur de México y norte de Centroamérica, en una angosta faja continental, muchas aves que migran por el interior del continente y las zonas costeras, se ven obligadas a cruzar por Chiapas, donde existen tres grandes rutas de migración. En ellas, suelen transitar millones de aves. Tan solo para dimensionarlo: el Birdcast (https://birdcast.info/) pronosticó que cerca de 397 millones de aves volaron en dirección al sur, partiendo de Estados Unidos, la noche del sábado 1° de octubre. En una afortunada noche de luna llena, es posible ver las siluetas de aves cruzando a contraluz sobre la luna.

Dado éste panorama, en todo el mundo, organizaciones internacionales que trabajan en pro de la conservación de las aves, con especial enfoque en las aves migratorias, hacen un llamado para que desde un esfuerzo colectivo y cooperativo, de ciudadanía, iniciativa privada, instituciones gubernamentales y organizaciones civiles locales, se realicen actividades que permitan difundir y sensibilizar a las personas respecto a las aves migratorias, la importancia de conservarlas y las amenazas que flanquean en todo momento y lugar. En este sentido, en Tuxtla Gutiérrez, a partir del 2021, se realiza cada segundo fin de semana de octubre el Festival Tuxtleco de Aves Migratorias (#FTAM), liderado por el grupo de observación de aves “Heliomaster” (@heliomaster.jm, en Facebook e Instagram), en colaboración con organizaciones locales (como OWL Chiapas, el Clan de Ornitología UNICACH, ProNatura Sur, Cathartes, México al Natural, La Blue 52, entre otros), instituciones (Secretaría de Turismo de Chiapas, el Zoológico Regional “Miguel Álvarez del Toro”, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas), y el respaldo de organizaciones internacionales (Environment for the Americas, el mismo World Migratory Bird Day, y BirdLifeInternational).

Este año, del viernes 07 al domingo 09 de octubre, se realizarán talleres (de ilustración, de bordado), ciclos de conferencias, recorridos guiados (matutinos y nocturnos), exposiciones fotográficas, charlas al aire libre, mesas de contacto, y premiación de un peculiar concurso fotográfico, en la ciudad capital de Chiapas. A lo largo del festival, no sólo las aves serán protagonistas, también lo serán nuestros parques urbanos y la columna vertebral de Tuxtla Gutiérrez: el Río Sabinal. El objetivo es posicionar y demostrar la vital importancia que éstas áreas verdes urbanas tienen en la supervivencia y conservación de las aves migratorias, prueba viviente de que en la naturaleza no existen fronteras políticas, barreras económicas, y de que solamente en un esfuerzo conjunto, cooperativo entre naciones, será posible alcanzar el bienestar de nuestra fascinante biodiversidad, y por tanto, nuestro propio bienestar presente y futuro. ¿Cómo podemos como ciudadanos contribuir a ello? Esta será la pregunta que intentaremos resolver en el 2° Festival Tuxtleco de Aves Migratorias.

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