Choros Puercos de Luisifer Bolaños
No me queda más que reírme de mí mismo y de paso burlarme de la jodidez ajena, lo que debería ser un instituido como un deporte nacional orientado a equilibrar la autoestima de 120 millones de tlacuaches deprimidos.
En México si te ríes de ti mismo estás loco y si lo haces de los demás eres un compatriota con un fino sentido del humor.
Tú eres parte del sistema y tienes que asumir tu rol priísta con entereza y valor ciudadano.
No es fácil mantenerse motivado en la chamba cuando a tu jefe le importa un pepino tus ojeras.
La moraleja es: si no puedes tener el producto por lo menos memorízate sus características para tener de que platicar y sentirte por encima de la media mediocre aunque sea por un instante.
Consumir puede ser, por ejemplo, si ustedes me permiten el comentario, una manera divertida de alfabetizarse electrónicamente y de paso promover la meritocracia a través de la relación entre las identidades necesitadas de prestigio y productos.
Para triunfar hay que tener y para tener hay que consumir.
Echar reversa no sonaba tan mal como ir hacia la derecha, solo dependía de quién estuviera detrás.
Estamos en México, donde la vida de los artefactos del patio no valen nada.
Sentirse desprotegido es parte indiscutible de nuestra identidad nacional.
@fcofelixd
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