Aura, de Carlos Fuentes
Cristo, María, San Sebastián, Santa Lucía, el Arcángel Miguel, los demonios sonrientes, los únicos sonrientes en esta iconografía del dolor y la cólera: sonrientes porque, en el viejo grabado iluminado por las veladoras, ensartan los tridentes en la piel de los condenados, les vacían calderones de agua hirviente, violan a las mujeres, se embriagan, gozan de la libertad vedada a los santos.
A las viejas solo nos queda el poder de la devoción.
Hay un momento en el que ya no es posible distinguir el paso de los años.
Mientras más pienses en ella, más tuya la harás, no solo porque piensas en su belleza y la deseas, sino porque ahora la deseas para liberarla.
La soledad es necesaria para alcanzar la santidad. Se han olvidado de que en la soledad la tentación es más grande.
El cielo no es alto ni bajo. Esta encima y debajo de nosotros al mismo tiempo.
Hay que morir antes de renacer.
También el demonio fue un ángel, antes…
@fcofelixd
