Maestro castigador

Aquella mítica figura del formador tenía la autoridad para reprender. Acá un conteo de los castigos legendarios

Redacción/El Universal

México.- Hace muchos años, los maestros eran muy respetados, considerados los mentores y educadores de los niños, y dándoles también la enorme facilidad de reprenderlos cuando fuera necesario con la popular frase «Si mi hijo se lo merece, dele.»

Definitivamente, hoy en día la historia ha cambiado, sin embargo, seguramente se quedaron muy grabados en la memoria de todos aquellos que sí llegaron a vivir o presenciar los castigos que se imponían por parte de los maestros a sus alumnos.

Algunas eran unas simples reprimendas y otras eran realmente duras. Los pequeños de ese entonces, temían ser castigados y no siempre entendían la razón de dichas sanciones…

Por eso, y para festejar a todos aquellos que se dedican a la noble obra de transmitir sus conocimientos en las aulas, en «De10.mx», de EL UNIVERSAL, hemos hecho una lista con diez de los castigos que hace algunas décadas eran muy utilizados por los profesores.

1) Reglazo. La reacción más desesperada de los profesores, directamente al castigo físico. Si tenías suerte el reglazo era en la palma de la mano, pero si no, te tocaba la versión 2, cuando el profesor pedía que juntaras las yemas de los dedos. Uno de los castigos más crueles.

2) Las orejas de burro. Uno de los más famosos, y es que se utilizaba cuando uno de los alumnos reprobaba o no sabía lo que el maestro le preguntaba. A pesar de que el grado de crueldad era medio, este castigo ponía al alumno en ridículo.

3) El borrador. Y qué decir de éste castigo… De repente y sin más, se veía como un borrador salía disparado hasta donde estuvieras, y si el profesor tenía buena puntería, cuidado porque podrías terminar con el borrador embarrado en la cabeza.

4) Libros. Se aplicaba cada que a los profesores se les ocurría, pues no existía una falta específica para merecerlo. Este castigo físico consistía en colocar al niño de rodillas en el patio, bajo el rayo del sol, y sujetando libros cual si fueran pesas.

5) Contra la pared. Se utilizaba, comúnmente, para separar a alguien del resto del grupo. Su grado de crueldad era medio ya que se buscaba humillar al castigado, al colocarlo de espaldas a todos los demás.

6) Jalones. Ya fueran de orejas, cabello o patillas, este tipo de castigo se utilizaba cuando de plano habías sacado al profesor de sus casillas, con tu mal comportamiento o tu boca sin cerrar. Uno de los más dolorosos…}

7) A correr. Y qué decir de las vueltas corriendo por el patio de la escuela, en realidad no era un castigo tan cruel, pero sí era muy cansado, sobre todo si tenías la «fortuna» de asistir a un colegio con un patio enorme…

8) Anillos. Si no te estabas quieto o seguías hablando sin parar, tal vez tu profesor llegaba justo detrás de ti con sus «bellos anillos», pero no solo para presumirlos, sino para darte un buen coscorrón con ellos.

9) Sin recreo. Este castigo se utilizaba generalmente cuando uno de los alumnos no se portaba bien, y consistía simplemente en no dejarle salir al recreo con el resto de sus compañeros, dejando al castigado solo en el aula y sin diversión.

10) Repetir 100 veces. A pesar de ser uno de los más populares hasta la fecha, este castigo se utilizaba anteriormente para hacer que los niños aprendieran cierta lección… Uno de los favoritos de los profesores y de los más aburridos para los alumnos.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *