Pese a la protección que brindan las instituciones ambientales para su conservación, en el plano legal no existen avances por lo que al constituir una propiedad privada, poco o nada se puede hacer para evitar este deterioro, y de consumarse traería como consecuencia el desequilibrio climático de Tuxtla, señalan
Rodolfo Flores / Reporte Ciudadano
[dropcap]C[/dropcap]intia Reyes Hartmann, representante de la organización «Tierra Verde Naturaleza y Cultura AC», dio a conocer que el proceso para la conservación de la Meseta de Copoya ha sido demasiado lento.
Esto a pesar de que el área que ha sido invadida en un par de ocasiones y desalojada, es importante como zona de amortiguamiento, sirve de protección a la ciudad y regula el clima de Tuxtla Gutiérrez.
En lo que respecta a la parte legal, la Meseta de Copoya se encuentra protegida tanto en el plano municipal como en el estatal. Se ha decretado como zona de conservación y preservación natural.
Sin embargo, al ser una propiedad privada lo cual, la bióloga asegura no es contra la ley, se está empezando a construir un fraccionamiento en este lugar.
Lo que sería catastrófico para la capital chiapaneca, pues no contaría con la barrera natural de contención ante los fenómenos naturales.
La especialista destacó el interés que instituciones ambientales le han dado al caso de la Meseta de Copoya, sin embargo, en el plano legal no existe ningún avance.
En este panorama urgió a las autoridades para tomar medidas que detengan la construcción del fraccionamiento privado que atenta contra el lugar, de lo contrario las consecuencias se harán notar de inmediato.
«Las lluvias que cayeron en la capital en días pasados fueron intensas, con la destrucción de la meseta, sería peor, además de otras consecuencias en el clima», expuso.
