Monumentos arqueolgicos desconocidos en Chiapas se degradan en el abandono

Eberto Novelo Maldonado, especialista en algas continentales y profesor de Ciencias de la UNAM, cuenta que existen secciones de ciudades como Bonampak y Palenque que no han sido descubiertas, sin embargo, están sufriendo degradación

Lucero Natarén / Aquínoticias

Abandonadas en la selva de Chiapas aún existen zonas arqueológicas que no se conocen, las cuales están siendo perjudicadas por la intemperie y el cambio climático, aseveró el profesor de Ciencias de la UNAM Eberto Novelo Maldonado.

«El Instituto Nacional de Antropología e Historia las reserva mucho y no las expone porque no tiene los recursos suficientes para su apertura al público y su conservación, que es extremadamente cara, así como para estudiarlas a profundidad».

Y es que, reconoció, el crecimiento paulatino de vegetación sobre estos sitios va degradando las estructuras. Agregó que grandes ciudades como Palenque y Bonampak no han sido descubiertas en su totalidad. Por ejemplo, en Bonampak solo se ha descubierto entre el 15 y 20 por ciento de su extensión.

Era una ciudad inmensa, pero únicamente está abierta la zona central, el núcleo que contenía los grandes palacios. Aún quedan sitios con vestigios arqueológicos «pero mejor no tocarlos. Palenque recibe suficiente atención y requiere de muchos recursos para seguir adelante, pero toda la nación está así».

A decir del experto, todo el país está lleno de estas zonas arqueológicas. «Desde el norte, con vestigios de los primeros pobladores del país, hasta Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, con lo edificado por los mayas».

Cambio climático y extinción de «protectoras de las zonas arqueológicas»

De acuerdo con el también especialista en algas continentales, el aumento de la temperatura y una temporada indefinida de lluvias han disminuido o desaparecido las algas que evitaban el golpeo de la lluvia. Por otro lado, las algas también sirven para absorber el exceso de agua y mantienen una gradiente permanente de humedad.

«Al cesar la lluvia y aumentar la temperatura, se da una evaporación súbita y poco a poco ocurren fracturas en los monumentos arqueológicos. Las juntas de las rocas, sobre todo de estuco, son atacadas directamente por el intemperismo climático».

Otro de los aspectos negativos que afectan a las edificaciones, en el caso de las regiones áridas, es el cambio climático y el viento que lleva partículas que degradan los monumentos arqueológicos.

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