Mucho mas que picor: infertilidad y otras graves consecuencias de las ETS

Los casos aumentan desde 1995 pese a que la prevención evitaría importantes problemas de salud

Aquínoticias Staff

El sexo está lleno de beneficios: cada orgasmo libera en el cuerpo sustancias como la oxitocina que, además de producir placer y bienestar, aporta bondades para la salud como reducir las probabilidades de padecer un infarto. Pero también tiene peligros como el de contraer una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), un problema de salud pública que va en aumento desde 1995. Quienes piensan que el contagio no es más que una anécdota, que la cura es sencilla y las consecuencias se limitan a desagradables molestias, se equivocan; las secuelas pueden durar toda la vida. Estos son los síntomas que hay que tener en cuenta para atajar el problema cuanto antes.

Clamidia, un riesgo (generalmente) silencioso

Esta enfermedad es una de las que más ha aumentado en los últimos años, según los datos del Instituto Catalán de Salud. Entre 2015 y 2016, los casos se dispararon un 53 por ciento. Es una infección que no suele presentar síntomas, y la mayor parte de veces es necesario realizar una prueba para descubrirla. Cuando sí se manifiesta, las mujeres experimentan un aumento de las secreciones vaginales, dolor durante la micción y la enfermedad inflamatoria pélvica que puede derivar en problemas de fertilidad.
Los hombres tienen secreción inusual por el pene, sienten dolor durante la micción o sufren edema testicular. En la mayor parte de casos, explican los expertos, no conlleva más problemas de salud pero, de no tratarla, «puede llegar producir infertilidad y enfermedad inflamatoria pélvica, que es una infección de los órganos sexuales femeninos», explica Ezequiel Pérez Campos, miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Requena, en la Comunidad Valenciana.

Gonorrea, la enfermedad resistente

Las consecuencias son las mismas que las de la clamidia, aclara Pérez Campos. Esta ETS estaba casi olvidada pero, igual que ocurre con las demás, los datos del Instituto de Salud Carlos III indican que los casos van en aumento. Además, en marzo de este año se registró en Ibiza el primer caso de transmisión de la cepa FC428, inmune a todos los tratamientos. Sus síntomas en mujeres pueden tener hemorragias entre reglas, secreciones vaginales e incluso desarrollar la enfermedad inflamatoria pélvica que cause problemas de fertilidad. En el caso de los hombres puede ser asintomática, aunque puede causar dolor al orinar y secreción en el pene.

Tricomoniasis, repercusiones para el embarazo

Se trata de otra ETS silenciosa: en torno al 70 por ciento de las personas infectadas no presentan síntomas. Las mujeres del 30 por ciento restante pueden experimentar secreción vaginal anormal, así como picazón y ardor; y los hombres, picor o ardor al orinar y al eyacular. El ginecólogo explica que «en el caso de las mujeres embarazadas, puede haber repercusiones en la gestación y en el recién nacido. Además aumenta la probabilidad de adquirir otras ETS como el VIH porque las mucosas genitales están más susceptibles».

Herpes genital, una amenaza latente

Lo causa el virus del herpes simple, que cuando nos infecta permanece en el cuerpo para siempre (no tiene cura). Se manifiesta con brotes de llagas o ampollas en el área genital. Aunque pueden pasar años entre los episodios visibles, su contagio también se puede producir en una fase latente. Las consecuencias en el hombre se quedan en la cronicidad; en las mujeres, además, «aumenta el riesgo de adquirir infecciones por VIH», aclara el especialista.

Sífilis, el mal que llega al cerebro

Es una enfermedad que se ha atribuido a numerosos artistas a lo largo de la historia. Entre ellos, el pintor francés Toulouse-Lautrec o al neerlandés Vincent van Gogh, a quien se diagnosticó gonorrea antes de morir. Sus síntomas son los mismos para ambos sexos: úlcera (chanco sifilítico), erupción (diseminación exantema cutáneo) y, en fases tardías, alteraciones neurológicas y cardiovasculares. No tratarla a tiempo puede «aumentar la posibilidad de infección por VIH y producir afectación de la piel y neurológica (neurosífilis)», indica Pérez Campos.

VPH, una llamada a la prevención

El Virus del Papiloma Humano afecta tanto a hombres como a mujeres y puede ser asintomático, aunque también pueden aparecer verrugas. No existe cura, de ahí, la importancia de su prevención. Contraerla puede derivar en «cáncer de cérvix, vulva, vagina, ano u oro-faríngeo», aclara el experto, quien indica que «depende de la agresividad del virus, la inmunidad de los afectos y los tratamientos aplicados».

VIH, el enemigo silencioso

Aunque hay quien asegura haber presentado un cuadro gripal entre dos y cinco semanas después de la infección (un 10 por ciento de los casos), la única forma de detectarlo es a través de una prueba sanguínea. Si se trata adecuadamente, el paciente no tiene por qué sufrir consecuencias. Sin embargo, «la afectación de la inmunidad mal tratada puede derivarse en infecciones y cánceres que pueden llegar a ser mortales».

Con información de El País

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