Museo «Jtatik Samuel», un monumento a la generosidad, al respeto y al amor

El recinto fue creado en memoria de Samuel Ruiz, obispo defensor de los derechos de los pueblos indígenas y de los derechos humanos en México

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]ntre muros de adobe se conserva la vida del gran Samuel Ruiz. Basta con echar un vistazo a sus alrededores para sentir paz y recorrer sus pasillos para conocer un poquito de historia. El deseo de alcanzar el bien común entre culturas y religiones se contagia; la generosidad, amor y respeto que caracterizaron a Samuel Ruiz García viven a través de sus salas.
En un rincón de San Cristóbal de Las Casas se encuentra el Museo «Jtatik Samuel», creado para dar a conocer la trayectoria del personaje que luchó por los derechos indígenas, humanos y la paz; aquel que por los años 50 fue evangelizado por los nativos y en su afán de enseñarles el español terminó hablando el tsotsil, tseltal, chol y tojolabal.
«Yo creía que me habían enviado a Chiapas para evangelizar a los indígenas y resulta que he sido yo el evangelizado por ellos», dijo Jtatik ─papá─ como le decían los indígenas chiapanecos.

Joya cultural

Los ojos del mundo voltearon hacia Chiapas gracias a la labor altruista que por casi 40 años Samuel Ruiz hizo en San Cristóbal de Las Casas; por esa razón sus logros, reconocimientos y también las acusaciones que durante el levantamiento zapatista le asignó el gobierno, se conservan en una usual casa con techos de tejas.
Tras una ceremonia maya, el recinto que alberga la raíz de la tradición indígena, la historia de la conquista y el origen de las distinciones sociales, fue inaugurado el 27 de enero del 2015.
El museo es considerado una joya para la cultura en la zona Altos por su ubicación y la valiosa herencia que tiene en su interior; este inmueble cuenta con la representación de un sacerdote maya y reseña de su cultura, la conquista, las castas (mezcla racial), la evangelización y algunas piezas religiosas del siglo XVIII.
En tres salas exhibe piezas religiosas pertenecientes a don Samuel, parte de su trayectoria religiosa y algunos objetos personales como trajes, computadora y hasta su rasuradora.
Los reconocimientos, medallas y demás piezas que fueron usadas en su dedicación a la causa humanitaria que siempre lo caracterizó también tienen un lugar especial en el museo.

Más que historia

Este espacio dedicado al obispo emérito ofrece mucho más; los jardines y montañas que rodean el recinto dejan a los visitantes con ganas de más. Una alternativa para el turismo local, nacional e internacional que está en busca de algo más que historia.
Además, el museo cuenta con una sala de trajes típicos de 15 comunidades indígenas de la época en la que don Samuel llegó a la zona, algunas de estas piezas ya no son elaboradas en el lugar por lo que vale la pena conocer la textura y bordados que eran empleados en sus telas.
Por otra parte, existe una última sala donde se puede observar parte importante de la historia chiapaneca, una réplica de pinturas del siglo XVIII referentes a «Las castas», donde se refleja el origen de la distinción de clases sociales.

¿Quién fue Samuel Ruiz?

El caminante de los pueblos indígenas nació en Irapuato, Guanajuato, el 3 de noviembre del 1924.
Fue un obispo católico, defensor de los derechos de los pueblos indígenas de México y de América Latina, participó en los acuerdos de paz de los Altos de Chiapas y fue nombrado mediador con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Samuel Ruiz fue hijo de un matrimonio de migrantes, que en los años 20 había partido de Guanajuato hacia Estados Unidos, en busca de dinero y comida para no morir de hambre. Pero sus padres decidieron que México se convertiría en la tierra natal de su hijo, por lo que ahí nació y creció, en Guanajuato con una infancia dura, en medio de la pobreza pero siendo un niño de inteligencia prominente.
Empezó a ser obispo de Chiapas, en 1959 y por más de 40 años se le adjudicaron distintos reconocimientos por diversas labores altruistas e ideologías que lo impulsaron a luchar por la paz social.
Junto a Sergio Méndez Arceo, el salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, el brasileño Rubem Alves, el ecuatoriano Leónidas Proaño y el guatemalteco Juan Gerardi, desarrollaron la corriente conocida como «Teología de la liberación» que asumía como misión pastoral la defensa de las almas de los más desprotegidos de manera prioritaria, defender sus vidas, dignidades, libertades y denunciar a sus opresores, lo que le costó acusaciones por parte del gobierno, principalmente durante el levantamiento zapatista.
Esto le trajo críticas que llegaron incluso a oídos del Vaticano, por lo que fue acusado por el gobierno federal de alentar la rebelión en las comunidades indígenas chiapanecas y el surgimiento del EZLN en 1994.
«Teólogo de la violencia», lo llamó el presidente Ernesto Zedillo; fue tanto el repudio que la clase alta de los coletos (mestizos acaudalados de la ciudad) sentían por él que llegaron a amenazarlo de muerte; sin embargo, era amado por miles de indígenas, quienes le llamaban Jtatik (padrecito en tsotsil).
Jtatik Samuel falleció el 24 de enero de 2011 en la Ciudad de México, en el hospital «Ángeles», víctima de diabetes y problemas respiratorios que se le complicaron y derivaron en una neumonía.
Homenajes y reconocimientos:
(1997) Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Barcelona por su labor educadora y social en pro de la multiculturalildad y defensa de los derechos indígenas.
(2000) Fue distinguido con el Premio «Simón Bolívar» de la Unesco por su especial compromiso personal y su papel en tanto que mediador, contribuyendo así a la paz y al respeto de la dignidad de las minorías.
(2001) Recibió el Premio Internacional de Derechos Humanos de Núremberg, por su infatigable defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas de Chiapas, México, durante más de dos décadas.
Doctorado Honoris Causa por la Universidad Iberoamericana.
(2008) Es nombrado por el EPR mediador junto con otros intelectuales mexicanos ante el gobierno federal del presidente Felipe Calderón.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *