Muy gordos o muy flacos: Crisis alimentaria en jvenes

Mientras que en las ciudades con poder adquisitivo, las niñas, niños y adolescentes tienden a la obesidad, en las comunidades rurales, comen, pero no lo suficiente

Lucero Natarén / Aquínoticias

Vivimos en una sociedad cambiante, en la que como seres humanos adoptamos formas de vida distintas, incluso, abandonando la alimentación tradicional y autóctona para optar por prácticas de alimentación modernas que, con frecuencia, son ricas en azucares y grasas, pero bajas en nutrientes esenciales.

Si hablamos de malnutrición infantil, de acuerdo con el informe El Estado Mundial de la Infancia 2019, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), unos 227 millones de niños presentan problemas alimenticios de los 676 millones que había en el mundo en el 2018. Además, un aproximado de 340 millones, es decir, más de la mitad, sufre de carencias alimentarias.

En Chiapas, hasta el 2017, se estimaba que siete de cada 10 niñas y niños sufren obesidad, de acuerdo con la Fundación «Sin obesidad México». Presentando así, una tendencia que deriva en un incremento en el consumo de alimentos con alto contenido calórico y por la falta de ejercicio en menores, entre los cinco y 14 años. Por lo que se tornó alarmante en los años posteriores.

La entidad se considera como uno de los estados con más niñas y niños obesos del país. De acuerdo con estadísticas de Sin Obesidad México, Tuxtla Gutiérrez presenta un índice alto en cuanto a obesidad infantil, seguido por las regiones Soconusco y Frailesca. Además, otro dato a resaltar por la Fundación, es que los municipios conformados por la zona Altos concentra una mayor tasa en el consumo de bebidas gaseosas.

Aunque actualmente existen programas alimentarios en las instituciones escolares, el resultado no ha sido tan favorable, pues se da a conocer que los jóvenes prefieren consumir productos chatarra, antes que verduras, frutas y cereales, considerados alimentación nutritiva.

Según el informe de la Unicef, si las niñas, niños y adolescentes (NNA) no reciben los alimentos adecuados para su edad, el crecimiento «rápido» de sus cuerpos se ve limitado; no cuentan con una buena capacidad intelectual, perjudicando su desarrollo físico y mental, interfiriendo en su aprendizaje, debilitando el sistema inmunológico y causando así que sean vulnerables a las infecciones, que, muchas veces, conducen a la muerte.

Otra de las problemáticas que se suscita en la entidad, principalmente en grupos indígenas es la desnutrición, hasta el 2010, había un total de 148 mil 148 niños con esta condición, de acuerdo con el Reloj de la desnutrición en México.

Según expertos, las malas condiciones en cuanto a la alimentación han provocado que esta condición prevalezca en los infantes. Las madres atribuyen que el costo es, por mucho, el obstáculo más importante para una alimentación y una nutrición saludables, seguido de la falta de disponibilidad y acceso a alimentos.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Chiapas, en los indicadores de carencia social en el 2018, un 22.3 por ciento de la población, es decir, alrededor de mil 220 personas no tienen acceso a la alimentación adecuada.

Para las NNA, el panorama es preocupante. Están consumiendo muy pocos alimentos sanos y demasiados alimentos nocivos. Entre las causas de la malnutrición también incluyen un acceso insuficiente a los servicios esenciales de salud, al agua potable y a un saneamiento adecuado, situación por la que pasan pobladores en Chiapas.

Es una crisis alimentaria la que existe, porque, aunque los niños estén gordos o flacos, ambos tienen problemas con su alimentación. En los niños, la carencia de hierro reduce la capacidad de aprendizaje, mientras que, en las mujeres, la carencia de hierro aumenta el riesgo de muerte durante o poco después del parto. El sobrepeso en los niños puede llevar a la aparición temprana de la diabetes tipo II, del estigma y de la depresión.

Importante es remarcar que los niveles de sobrepeso y obesidad en la infancia y la adolescencia están aumentando en todo el mundo. En comparación con el año 1975, hoy hay 10 veces más niñas y 12 veces más niños de entre cinco y 19 años que sufren de obesidad.

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