Ni la ley puede detener matrimonios forzados en Chiapas

Sin un cambio de cultura en la entidad, de nada sirven las garantías que sancionen estas prácticas que obligan a las pequeñas a casarse o ser tratadas como «moneda de cambio»

Lucero Natarén / Aquínoticias

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló prohibir que menores de 18 años contraigan matrimonio, sin embargo, la realidad en comunidades de Chiapas es otra. Los estados donde hay más niñas casadas o unidas, según la información recopilada por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) con datos de Inegi son Chiapas, Guerrero, Tabasco y Michoacán.

Ante esta realidad, el 5 de diciembre de 2014 entró en vigor la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que establece los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio. Pero, la ley no es suficiente, porque las uniones libres van en incremento y las niñas viven con sus parejas mucho antes de cumplir la mayoría de edad sin contraer nupcias. La Redim indica que una de cada 33 adolescentes, mujeres y hombres de entre 12 y 17 años no son solteros.

En la entidad, hasta el 2017 suman mil 817 niñas en matrimonio infantil. Una de las consecuencias negativas del matrimonio y las uniones tempranas son los embarazos no deseados o no planeados. Esto significa que esta derogación no ha funcionado en el estado, tal pareciera que esto va más allá de las leyes, y que se rige por la cultura.

En Chiapas, niñas de 12 años, de contextos indígenas, rurales y en pobreza, están casadas o viven en unión libre, lo que afecta su proyecto de vida; si se habla de regiones indígenas, se han registrado casos en donde los padres obligan a sus hijas a casarse, utilizándolas como moneda de cambio. Entre la población indígena la situación de las niñas se agudiza y se refleja en su bajo nivel de logros educativos, según María Angélica Luna Parra.

En el país 23 mil 605 niñas de 12 a 14 años están casadas, viven en unión libre o se encuentran separadas de su pareja, es decir, no son solteras, según un análisis de la Redim en 2017. Son niñas que al vivir en pareja corren varios riesgos: embarazos y partos prematuros, muerte por gestación o complicaciones en el parto, deserción escolar y la reproducción de la pobreza en su descendencia.

Aunado a ello, los embarazos tempranos son un fenómeno creciente. Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (Enadid) del Inegi, en 2009 ocurrieron en el país 70 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, 5 años después se incrementó a 77 nacimientos; mientras, los nacimientos registrados en niñas menores de 15 años, de 2009 a 2014, fueron 67 mil 379.

Otra de las problemáticas que también está perjudicando a este sector poblacional es la trata de personas, la cuál va al alza, y es que, según la académica de la UNAM, Sylvia Marcos, «las niñas de 16 años son ahora el objeto preferido de la trata de mujeres. Se desaparecen en las calles de las grandes ciudades mexicanas y en el campo».

Por ello, expertos consideran que el Gobierno debe prestar mayor atención a estas problemáticas, fomentando la educación y la Corte debería avalar sanciones para quienes obliguen a sus hijas a contraer matrimonios contra su voluntad, además de considerar la trata de personas como un problema más.

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