No dudes en vacunar a tu mascota contra la rabia, el peligro es real y vigente

Debido a reservorios naturales (animales silvestres) la rabia puede volver a surgir, pese a que México fue catalogado por la Organización Mundial de la Salud como país libre de esta enfermedad

Lucero Natarén / Aquínoticias

El académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, Jorge Francisco Monroy López, explica que hay quienes piensan erróneamente que ya no es necesario inmunizar a sus perros y gatos debido a que se tiene controlada la rabia en México, por ser considerado un país libre de esta enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.

“Si suspendemos la vacunación es muy probable que el problema vuelva a surgir, porque tenemos reservorios naturales de la enfermedad, animales de vida silvestre como los murciélagos, zorros, zorrillos y mapaches. El problema también es fuerte para la ganadería, pues hay vacas y caballos que aún mueren por esta enfermedad”, señala el experto en el marco del Día Mundial contra la Rabia, que se conmemora el 28 de septiembre, en honor a Louis Pasteur, quien produjo la primera vacuna contra este mal.

El especialista refiere que los casos en humanos que se presentan ocasionalmente son debido a contacto con especies distintas a las domésticas. “Siempre hay que sospechar de un animal silvestre que se acerca a las personas, pues lo natural es que huyan”.

Con respecto a la importancia de la vacunación canina, el universitario explica que: “hay que seguir con la vacunación una o dos veces al año. Normalmente hay una campaña alrededor de marzo y otra de reforzamiento en zonas de mayor riesgo justamente por septiembre”.

Francisco Monroy López añade que la rabia es aterradora. El virus causante llega a algún nervio periférico y a partir de ahí se multiplica para arribar al sistema nervioso central, donde destruye las neuronas y las obliga a producir nuevos virus.

El médico expone que las personas infectadas “sienten mucho más, son hipersensibles y eso les produce dolores de cabeza. Además, se les dificulta beber agua y comer; lo más humanitario es sedarlos. Las personas que mueren son principalmente por paros cardiorrespiratorios”.

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