Noe y su posibilidad / Rodrigo Ramn Aquino

Ayer arrancaron las campañas electorales federales. En Chiapas se disputan 12 posiciones para la Cámara Baja en el Congreso de la Unión. Como es de esperarse los candidatos mejor posicionados en el arranque son los pertenecientes a los partidos que se encuentran en el poder, los de la fórmula PRI-Verde.
Tendremos 2 meses para ir conociendo los perfiles, las propuestas, las estrategias. El escenario es adverso para los partidos de oposición, pero nunca como ahora se hace tan necesaria la inteligencia, la sensibilidad, el sentido de oportunidad. Veremos quién logra capitalizar el desencanto creciente entre la población por la clase política y con ello dejar atrás a los que sólo tienen paga.
Le digo que tendremos tiempo suficiente para ocuparnos de esta carrera por una curul federal, pero, de mientras, me parece conveniente atender a la pregunta de un lector que leyó la columna pasada en la que abordamos un poco el Segundo Informe Legislativo de Noé Castañón Ramírez.
El lector en mención se mostró un tanto sorprendido por la inclusión de Castañón en la lista de aspirantes tricolores a la alcaldía tuxtleca. Dijo creerlo en el caso de Bayardo Robledo o Willy Ochoa, pero que no le miraba pies ni cabeza a la posibilidad de que pueda darse lo del diputado local.
Atendiendo a dicho lector intentemos, pues, trazar el escenario en que un Noé Castañón se hace de la candidatura de unidad por el PRI-Verde en busca de dirigir el destino de la capital.
Empecemos por su informe. Convocó a las dirigencias estatales tanto del PRI como del Verde e incluso a otros aspirantes. Les dijo, en términos generales, que juntos nadie los vence y que lo mejor es trabajar como aliados por el bien de la capital. Llamó a ambos colores a la unidad.
Esa es su posibilidad, una alianza en unidad. Si consideramos que el PRI no cederá así porque sí la capital del estado, y esto por más buena relación que mantenga con sus plumíferos aliados, y que Fernando Castellanos, el más fuerte y posicionado de los verdes, ocupa el primer lugar de la lista de candidaturas plurinominales a diputación federal, la nominación quedaría en este momento en tres: Willy Ochoa, Bayardo Robles y, sí, Noé.
En estas circunstancias, el diputado federal Willy Ochoa tiene atado su destino a su padrino político Manlio Fabio Beltrones, y a donde quiera que el gran dino le que diga que vaya, irá. Además de es muy evidente de que no goza de la simpatía ni del número uno ni del dirigente estatal Roberto Albores Gleason.
En el caso de Bayardo Robles, que si bien lo ven con cariñito en palacio de gobierno, se enfrenta a la percepción entre sus correligionarios de que ya parece más verde que rojo, a lo que se suma la molestia ciudadana de varias obras de infraestructura inconclusas. Le falta, además, estructura, pero confía en obtener el espaldarazo oficial.
Finalmente nos hayamos a un Noé Castañón que como dirigente municipal del tricolor capitalino se ha dedicado al trabajo de pie con las bases del partido, ha coqueteado bien con los verdes, pero su mayor obstáculo se halla en el sucesor de su papá en la Secretaría de Gobierno.
De modo que para que Noé sea, debe convencer tanto a rojos como verdes de que con su candidatura los dos partidos ganan y deberá garantizar los suficientes espacios a ambos institutos como para considerarse partidos en el poder. Por tanto, la unidad y los acuerdos es la única fórmula que mete a Castañón en la contienda.

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