Noviembre de muertos y de vida

Foto: Ví­ctor Roque

Con el ocaso del año, las flores más hermosas para adornar altares y tumbas, nacen, hablamos de la «Cresta de gallo» o «Panteonera». ¿La conoces?

Lucero Natarén / Aquínoticias

Fotografías: Víctor Roque

Inician las fiestas tradicionales de día de muertos y con ellas, comienzan a nacer las hermosas flores para adornar los altares y tumbas de nuestros fieles difuntos.
En la ranchería «Noyola», municipio de Tonalá, Chiapas, los agricultores ya están a pocos días de cosechar la flor que más utilizan en la región, conocida como «Cresta de gallo» o «Panteonera».
La Cresta de gallo es una de las flores más curiosas que existen, y es que su nombre se deriva precisamente por la forma en que están distribuidos sus pétalos, que recuerdan a la cresta de esta ave de corral. Los colores de estas flores son: rojo, amarillo, rosa y naranja, y llegan a medir entre 40 y 60 centímetros.
El nombre científico de esta planta es: Celosia argéntea var. Cristata. Su ciclo de vida sólo es de un año, en este tiempo germinará, florecerá, y una vez que las semillas maduren, se irá marchitando poco a poco a medida que el frío del invierno llegue. Sus hojas son largas, lanceoladas, con los nervios muy bien marcados, de color verde.


Noyola es uno de los poblados tonaltecos con una tierra excelente para cosechar no sólo esta planta, también la Cempasúchil y girasol, además del maíz, pepino, mango, por mencionar algunos.
Según los expertos, esta planta es originaria de las regiones tropicales de África y Asia, pertenece a la familia Amaranthaceae, sin embargo, por el tipo de tierra que se posee en la entidad, es apta para cultivar estas flores de terciopelo.
El manojo de esta flor llega a costar aproximadamente 20 pesos. Un dato curioso es que es una planta muy seca, por lo que se utiliza más para «lucirla o adornar», ya que no posee un aroma o perfume.

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