Palabras Claras / Silvano Bautista I

Adelfo y compañía, asunto de seguridad nacional

La reciente escalada de violencia en el comportamiento del magisterio Chiapaneco en su lucha en contra de la Reforma Educativa es un tema que han rebasado ya los escenarios estatales donde las autoridades se han visto desplazadas y maniatadas. El tema es ya asunto de seguridad nacional y la toma de decisiones ya no pasa por el gobierno del estado, sino que corresponde ya a la Federación.
Una fuente del ámbito educativo señala como en los últimos meses, el accionar de las protestas del magisterio de la Sección VII para ser específico, dado que la participación de la 40 es casi imperceptible, ha tenido una radicalización que lo mismo ataca sedes de partidos políticos, instituciones gubernamentales, pasando por la propia ciudadanía hasta llegar al enfrentamiento con los cuerpos de seguridad aplicando tácticas de guerrilla urbana.
Ha pasado de las simples marchas y protestas a la confrontación directa con el Estado con el argumento de su oposición a la aplicación de la Reforma Educativa que tiene como punto medular la evaluación que ellos llaman «punitiva» pues los somete a una serie de pruebas y evaluaciones a las que no están acostumbrados.
En el más reciente enfrentamiento de los maestros contra los uniformados, en las inmediaciones de la escuela de Protección Civil, quedó demostrada la radicalización pues tuvo capacidad de respuesta a la policía. Más allá de quién haya comenzado la refriega el magisterio no puede asumir la posición de víctima porque ha demostrado tener elementos para responder en igualdad de condiciones y con superioridad numérica.
Todo este panorama, ubica ya Adelfo Alejandro Gómez, secretario general de la Sección VII del SNTE y al magisterio federalizado en un ámbito de seguridad nacional donde su actuar resulta preocupante para la federación.
Y es que para la federación queda claro que el magisterio de Chiapas se encamina a un escenario similar al de Oaxaca donde el gobierno federal ha trasladado unos 4 mil policías federales, tres brigadas de la policía militar de 660 elementos cada una, además de los 4 mil soldados de la Zona Militar.
Por si fuera poco, ocupó edificios públicos e infraestructuras estratégicas, hizo que los helicópteros sobrevolaran la capital del estado, congeló ilegalmente las cuentas bancarias del sindicato magisterial y de algunos de sus dirigentes y puso sobre sus cabezas la espada de Damocles de su posible detención.
El magisterio oaxaqueño y el chiapaneco tienen una cultura política de lucha de muchas décadas. En parte se nutre de la desarrollada en siglos de resistencia de las comunidades indígenas. Su comportamiento real poco tiene que ver con la caricatura que desde el poder se ha hecho de su movimiento. Sabe avanzar y retroceder, presionar y negociar con inteligencia
Quizá, por todo ello en los últimos meses ha sido notable la presencia de la PFP que h estado presente en prácticamente todos los eventos en los que tiene participación el magisterio chipaneco como elemento disuasivo y de contención a la movilización magisterial.

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