Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

¿Alternancia o toxicidad?

La guerra ha terminado (…) heridas sin sutura, caídas, conjeturas, sacudidas. El rey murió, la reina se ha pasado al enemigo
Joaquín Sabina

El tema de las alianzas en Chiapas quedaron establecidas, al menos las de mayores posibilidades de ganar en las elecciones de junio de este 2021.
La pugna de las alianzas quedaron establecidas: por un lado la llamada «Va por Chiapas» que conforman el PRI, PAN y PRD.
En la otra arista la alianza «Juntos Haremos Historia en Chiapas» integrada por Morena, PVEM, PT, Chiapas Unido y Mover a Chiapas.
Esta alianza no es total, pues se concretó que en la formula rumbo a las diputaciones federales irán juntos en 10 distritos, en tres irán separados.
Asimismo en las ecuaciones de las diputaciones locales irán coaligados en 22 de los 24 distritos.
Es Importante precisar que la distribución para asignar candidatos por instituto político quedó así: Morena, nueve candidaturas; PVEM, siete; PT, cuatro; Chiapas Unido y Mover a Chiapas un espacio cada instituto político.
En la competencia rumbo a las 123 alcaldías, de ultimó momento se rompió la coyuntura y decidieron ir separados, cada instituto político asignará candidato o candidata.
Con esta aritmética electoral, el ajedrez de la política en Chiapas se torna más ambiguo.
El bosquejo de la distribución de los institutos políticos en cada una de las alianzas obedece a intereses en otras latitudes y por supuesto, nada pasa sin el visto bueno de ya saben quién.
Nada es producto de esos supuestos arranques de militantes recalcitrantes que se sienten dueños de la verdad y de la moral, de esos ortodoxos morenistas que tratan de obstaculizar con su política rancia y cerrera.
La política es de acuerdos, pactos y coyunturas. No se trata de cumplir caprichos y berrinches.
Dicen los cánones que lealtad con lealtad se paga y que el poder se ejerce y no se comparte.
Entonces, habrá que entender los vitales principios de la política, sus alcances e intereses.
Y con ello fortalecer estructuras, conseguir el mayor número de votos y por supuesto conquistar el mayor número de espacios posibles para ejercer el gobierno.
Y es que el instituto en turno sabe perfectamente la lectura de aquel cuento que se resume en una locución ¡Cuando despertó, el dinosaurio seguía ahí!
Y centro mi tesis que lo que se busca en Chiapas es dinamitar a esta alianza del tricolor y compañía, que se ha convertido en una fuerza opositora.
Ceder o reintegrar favores a la caballada esmeralda podría ser una segunda hipótesis.
Sin embargo, insisto sobre cualquier otro matiz que, el esbozo y los movimientos del ajedrez político en Chiapas, el alquimista lleva mucha mano, pues le gusta engolosinar a la clase política.
Además hay muchos intereses de por medio. Pero en particular el PVEM siendo un bastión en Chiapas, necesitará recabar un número considerable de votos para mantener su registro nacional.
Además de que las estrategias están centradas en ganar posturas en la Cámara de Diputados y en el Congreso de Chiapas, que permitan seguir abonando a las políticas de quienes tienen hoy el poder.
Por ello, el valor de entender que las alianzas políticas por la vía de las coaliciones o de las candidaturas comunes no son nuevas, forman parte del funcionamiento de nuestro sistema de partidos y todos, los de izquierda, de derecha o de centro han formado parte de ellas, por convicción o por pragmatismo.
Hoy, el reto está en la capacidad que tengan para construir una propuesta conjunta, sólida, que en teoría, abone a la democracia y que en la praxis atiborre sus utilidades.
No sé qué tan saludable sea este ejercicio electoral que une a adversarios del pasado, pero en la escena y a cuadro representa una bien simulada pluralidad,
Una alternancia emergente y urgente para sus necesidades. Esperemos que no con ello y en la distribución de candidatos y candidatas se de una rebelión en la granja.
Lo que viene en consecuencia es inminente, decepciones, mutaciones, desbandadas y simulaciones.
Militantes y soldados caídos. Políticos descongelados, reciclados e intimados.
Esperemos pues la selección de los hombres y mujeres en estas alianzas, que dejará un escenario desolador, con soldados abatidos y que acabará con el sueño de muchos suspirantes.
La llamada paridad de género, será el primer pretexto. Los resultados de los ejercicios demoscópicos, el segundo.
¡Vienen tiempos de tribulación e incertidumbre!
PD1: En Cacahoatán Erick Raúl Zarate López fortalece un proyecto incluyente. Hay cabida para todas las voces. Hombres y mujeres de arraigo político y jóvenes de las nuevas filas, se suman para vigorizar un equipo que promueve ideas y unidad que permitan un plan de trabajo que ayude al desarrollo de la otrora Villa de las Hortensias.
PD2.- En la repartición de las candidaturas a las diputaciones locales. Al distrito 24 con sede en Cacahoatán, no suene descabellado que una vez que Matilde Espinoza «La Loba» mutó a Chiapas Unido, sea considerada para abanderar esta fórmula. Es sencillamente una apoderada y leal mujer que goza de la amistad directa con el sonado alquimista.
¿Quién dijo qué tengo sed?

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