¡Un Sirenito a la Diabla en Cacahoatán!
¡Hay mariposas de arrabal que nunca aprenden a volar! (Joaquín Sabina)
De veras qué jodidos han de sentirse los integrantes de la familia de los «Locos Addams» en su versión Cacahoatán, esos que presumían llevarse de piquete de nachas con el grupo de poder del primer círculo del aparato gubernamental.
Llegó la hora de decidir y ni siquiera los sacaron de la congeladora, lugar donde siempre han estado. Tanto que en estos días infernales tuvieron que irse a entregar, como se había advertido, con la chapulinada.
Desde esa trinchera, andan envalentonados, con el machete desenvainado. La lectura es, lugar donde se para el «esquizofrénico» crea discordia y ahogo. Al tiempo.
Aura Saldaña y su vástago Víctor Pérez Saldaña alias el «Sirenito» son manejados por el chocarrero de Alfoso Pérez Romero, el endemoniado que juega al político. Ese que alardea de Pitoniso y vive creando climas de ingobernabilidad.
A esa familia de la «Yunta Maléfica» se le ha ido de la lengua echando ya pestes por el hecho que no fueron llamados. Aunque siendo honestos, esos tipos no sirven ni pa atrancador de puerta.
Ellos, que presumían con su horda de lampiños que iban a estar en el corazón de la teta presupuestal, en la nómina de Cacahoatán, quedaron vapuleados, enterrados, olvidados. Destetados, desterrados.
Y la desesperación se apoderó de ellos y se entregaron a los brazos del priato, a esos que ellos señalaban, sindicaban y criticaban como corruptos. Como más de lo mismo. Como el grupo que llegó a la Villa de las Hortensias a saquear. ¿Entonces donde está su congruencia? ¿A que le juegan? ¿Así quieren llegar hacer y caminar como altos funcionarios? ¡Qué jodidos!
Es más llegaron, con angustia, ya no pidieron que les den ni que los pongan donde hay, sino que los metieran a donde sea, como sea y de lo que sea. No, pos, está cabrona la cosa.
Pero como dice el dicho ¡Con estos bueyes le va tocar arar a Julio Calderón Sen! Advertencia ¡Llegaron a restar, no a sumar! Ahí se los dejo de tarea. ¡Un Sirenito a la Diabla, por favor!
• Gerardo Garrido quiere pintar de Azul la Suiza Chiapaneca
La congruencia, siempre ha sido su carta de presentación. Gerardo Garrido nuevamente asume el reto, de ofrecer a Unión Juárez, un gobierno con visión, que busque alternativas de cambio y desarrollo.
En dos intentos, la vida misma y la sociedad le han negado ese privilegio. Sin embargo, la perseverancia y el deseo de servir, lo ponen nuevamente como el candidato favorito. Considero que Unión Juárez nuevamente tiene la oportunidad de regalarle un voto de confianza.
Unión Juárez no es «Estafeta» para cederse entre una horda de calientes, de los cuales ya se sirvieron directa o indirectamente. Ya se les dio la oportunidad de servir, es la misma sociedad e historia la que juzga el desempeño.
Deseo que mis paisanos, desde ya, razonen bien el sufragio. Merece ese pueblo envidiado y rico en naturaleza y mosaico cultural, una transformación que le permita estar a la altura de los que algunos consideran pueblos «Mágicos». ¡Hay potencial! ¡Hay talento! ¡Hay Capacidad!
• ¡Los verdes andan empoderados en Cacahoatán!
El que debe estar satisfecho con lo logrado es el dirigente del PVEM en Chiapas Lalo Ramírez, quien llegó a poner orden en el interior de este instituto político.
Sus aciertos y logros son tangibles y es haber logrado que los militantes y simpatizantes del PVEM se consolidaran en un proyecto único «Fortalecer al partido como primera fuerza política en Chiapas».
No era cosa fácil haberlo logrado, sobre todo tratándose de una jabalinada difícil de encauzar.
Bajo el liderazgo de Eduardo Ramírez Aguilar se logró unificar a todos, a mantener la fuerza como partido e ir juntos a la lucha electoral. Eso pasó en Cacahoatán, donde Carlos Enrique Álvarez Morales, Carlos Moreno «Yayo» y Jesús Castillo Milla, unificaron fuerzas y hoy avanzan a paso firme, seguros, pero no confiados, es Cacahoatán.
En mi paradoja lo dije «Hay en Cacahoatán tres liderazgos fuertes» dos decidieron unirse y jugaron el papel de Zorro y Lobo. Kike Álvarez y Jesús Milla tienen un gran merito, y es tener la confianza y el reconocimiento de los caporales en turno, tanto de Lalo como de Manolo. Su participación no es producto de caprichos ni de causalidad.
La encomienda ahí está. Y hoy el PVEM en Cacahoatán se está consolidando, hay capacidad de sobra. Firmeza, disciplina, respeto, propuestas hay cabida para todos, es un proyecto de puertas abiertas.
Kike, Yayo y Milla ya demostraron lealtad y capacidad política, por lo que no sería extraño verlos en uno de los puestos estrellas del gobierno, en carteras sustanciales. Manolo mueve muy bien su ajedrez político. Al parecer en Cacahoatán todo indica que el Camino es Verde. Escrito está. ¡El Zorro y el Lobo Feroz le dieron matarile a la Caperucita Roja!
PD1.- En varios municipios de la Costa como van las cosas, el partido guadalupano de Andrés López Obrador no pinta para gran cosa. Los chuchos, los chapulines, los tucanes y demás deben estar más que contentos. No creo MORENA les vaya a hacer un hijo o los ponga a parir chayotes en las urnas. Los que sí corren riesgos de perder hasta el registro son el PT y Movimiento Ciudadano ¡Aguas!
PD2.- Las redes sociales son, en efecto, un instrumento de comunicación inmediata y abierta para todo aquel que quiera hacer uso de ellas, sin embargo se ha llegado al extremo de utilizarlas para amedrentar, crear escenarios que no existen o denunciar hechos que no pasan ni pasarán, en estos tiempos abundan las campañas de linchamiento o mentiras. La trolada a todo lo que da.
PD3.- Rubén Peñaloza González se pronunció para legislar a favor de las mujeres del sector rural campesino. El gallo a la diputación local por el Distrito XIX es un hombre que quiere ser una voz congruente en el Congreso de Chiapas. Disciplinado, político civilizado, de esos que le gira muy bien la ardilla. De quien no dudamos, desempeñe un papel ejemplar y que cumpla a cabalidad sus compromisos. Tapachula necesita de hombres comprometidos, nunca más de chocarreros y golondrinos.
¿Quién dijo que tengo sed?
