¿Por qué nos indigna la campaña sobre el cáncer de mama del gobierno de San Cristóbal? / Sandra de los Santos

La campaña del gobierno de San Cristóbal de las Casas fue de lo más grotesco que vimos, pero no es que en otros niveles y poderes de gobierno pasen situaciones  distintas

Sandra de los Santos / Aquínoticias 

La indignación por la campaña sobre el cáncer de mama que realizó el gobierno municipal de San Cristóbal de las Casas no debería necesitar explicación; pero si a alguien se le ocurrió diseñarla, a otros ejecutarla y a otros más no detenerla es porque sin duda hay que hablar del tema y señalar por qué esa campaña jamás se debió de haber realizado.

A propósito de que este 19 de octubre fue el día internacional de lucha contra el cáncer de mama, el gobierno municipal de San Cristóbal de las Casas sacó una campaña en la que aparecen trabajadores del Ayuntamiento con mensajes que se suponen son alusivos a la fecha. Como sucede en diferentes gobiernos municipales, la mayoría de trabajadores son hombres y no mujeres por lo tanto en las fotografías terminaron habiendo más hombres que mujeres, pero eso no fue lo peor.

Algunas de las imágenes mostraban a hombres sin camisa y luciendo su espalda con mensajes como: “¡Vencere!” (así sin acento), “eres más fuerte de lo que piensas”, “cree en ti”. Los mensajes de quienes no se descubrieron el torso también iban en ese sentido. Al final eran hombres, incluido el presidente municipal, Mariano Díaz Ochoa,  diciéndoles a las mujeres cómo llevar una enfermedad…mansplaning: hombres explicando a las mujeres de un tema que ni saben, ni entienden.

También los hombres pueden sufrir de cáncer de mama, pero el número de los que llegan a tener la enfermedad es mucho menor comparado a las mujeres, pero la campaña del Ayuntamiento de San Cristóbal no iba enfocado a ellos, ni a que se exploraran, ni que fueran a hacerse sus exámenes. El punto de la campaña es que esos hombres desde su privilegio les hablaban a las mujeres para decirles que le echaran ganas.

Después de las críticas en las redes sociales, el gobierno municipal retiró las imágenes de su página oficial de Facebook, pero sin dar ninguna explicación o disculparse. Ni siquiera no enteramos si entendieron por qué su campaña estuvo mal o si  hay garantías de que algo así no vuelva a suceder, mucho menos de qué acciones están realizando para atender la salud de las mujeres desde el municipio.

Si bien, la campaña del gobierno de San Cristóbal de las Casas fue lo más grotesco que vimos, no es que en otros niveles y poderes de gobierno pasen situaciones  distintas. Diferentes edificios se iluminan de rosado, hay listones del mismo color en la ropa de cualquier funcionario público o representante popular; pero cuando hablamos de convertir esas acciones simbólicas en políticas públicas efectivas esas luces rosadas se apagan.

Las campañas se centran en su mayoría en concientizar a las mujeres de que se realicen los exámenes de detección, pero solo traspasar a nosotras la responsabilidad es también un acto poco empático y que invisibilizan las realidades de muchas mujeres que les es imposible pagar un estudio o inclusive acceder a las campañas gratuitas ya sea por la lejanía a un centro de salud o el machismo estructural que les impiden tener información sobre el tema y decidir sobre su propio cuerpo.

No son pocas las mujeres que no acuden nunca a una revisión ginecológica debido a la falta de información y acceso a la educación, o más complejo aún, porque los hombres de su familia les prohíben acudir a revisiones médicas en las que exploren ciertas partes de su cuerpo.

Es cierto que hay un sector, que aun teniendo las posibilidades, no acude por miedo, pero ese temor también pasa por un asunto de falta de información y hasta malas experiencias en el proceso de revisión, porque también hay personal de salud que no está sensibilizado y que su trato es inhumano.

Más allá de los listones rosas, edificios iluminados y campañas lacrimógenas o que invisibilizan las distintas realidades de las mujeres, lo que se deben de impulsar y debemos de exigir son políticas públicas, aumento en el presupuesto para la salud de las mujeres, protocolos rigurosos en los exámenes de detección y sensibilización y profesionalización del personal de salud.

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