Pozol, la historia antes de llegar a tu paladar

Dejar muy temprano la cálida cama, es uno de los sacrificios que debe hacer el que con su talento mantiene viva esta tradición y permite que los tuxtlecos sean energizados de manera refrescante

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

Como todo buen tuxtleco y tuxtleca, el pozol es un complemento más a la rutina alimentaria y si se disfruta al mediodía ¡Mucho mejor!
El pozol es una bebida de maíz y cacao cocido y molido, batido en agua con la mano, y sin duda alguna es la bebida típica de los chiapanecos.
Adquirirlo resulta fácil si se acude a un mercado o a un establecimiento en donde lo vendan, sin embargo, para llegar hasta tu paladar se requiere de tiempo y de un proceso detallado.
Doña Yadira Gómez Escobar, tres días a la semana llega al mercado «Juan Sabines» para comenzar la venta de esta bebida, sin embargo, el trabajo inicia desde mucho antes.


Desde las tres de la mañana se levanta para cocer el maíz, lo lava y posteriormente lo lleva al molino, retorna su casa, prepara el desayuno para su familia, pues asegura que a pesar de que trabaja, no quiere descuidar a su familia –por ello, sólo acude a su local tres veces a la semana, los demás días le corresponden a su hermana-.
«Disfruta uno estando aquí en el mercado con la gente, en realidad sabemos que es un trabajo noble, porque se puede convivir con la gente, aparte de vender el producto y ayudarnos económicamente».
Son más de 50 años que la familia de doña Yadira Gómez Escobar, se ha dedicado a esta labor. Primero fue su abuela, posteriormente su mamá y ahora, ella y su hermana venden esta refrescante bebida.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *