Pueblo originario produce sus propios hongos comestibles

A través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), un grupo de mujeres del ejido Gral. Gabriel Leyva Velázquez de Las Margaritas, aprende el arte de producir hongos, promoviendo su sano consumo sin riesgos a intoxicaciones

Lucero Natarén / Aquínoticias

[dropcap]L[/dropcap]legan las lluvias y con ello aumenta el brote de hongos en el estado chiapaneco. En el año 2017 se emitió una alerta sanitaria por la ingesta de hongos no comestibles que cobró la vida de varias personas y provocó intoxicaciones. A través de la dirección de protección contra riesgos sanitarios y el laboratorio estatal de salud pública, el sector diseñó una estrategia de información para llegar hasta la población vulnerable. Las personas disminuyeron su consumo, sin embargo, desconocen que hay una diversidad de especies, no todos son tóxicos y por consiguiente, tampoco, no todos son comestibles.
Sin duda, en los bosques se generan oportunidades económicas para sus habitantes, tal es el caso de un grupo de mujeres del ejido Gral. Gabriel Leyva Velázquez de Las Margaritas, quienes están recibiendo un taller para aprender a usar sustractor de madera rolliza de encino chiquinib y así producir los hongos comestibles. Dichos cursos los imparte la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Esto es inclusive para celebrar el #MesDelBosque. Desde el año 1959 por decreto presidencial, durante el mes de julio en México celebramos la #FiestaDelBosque.
Las especies de hongos comestibles son alimentos altamente nutritivos (contienen una cantidad importante de vitaminas, minerales y pocas calorías), además de poseer otras sustancias benéficas para el organismo las cuales estimulan el sistema inmunológico, contienen antioxidantes, disminuyen el colesterol, reducen la presión arterial y poseen cualidades antiinflamatorias. En este sentido, la inclusión de hongos en la dieta de manera continua produce un mejoramiento de la calidad de vida y una mejor regulación de distintos procesos vitales.
En nuestro estado, los hongos son un recurso fuertemente abundante que se puede encontrar casi en cualquier ambiente, desde los manglares de las zonas costeras, hasta los pinares y encinares de las sierras, pasando por las selvas. Se calcula que existen alrededor de 49,000 especies, de las cuales alrededor de 4,900 son hongos macroscópicos. Pero… al momento de comprar tus hongos debes asegurarte que fueron recolectados por personas que conocen de estas especies, para reducir riesgos en el consumo.
Estas especies se pueden encontrar sobre los más distintos sustratos: en la tierra, sobre tocones de árboles, sobre la hojarasca, en la madera, sobre heces de animales, o inclusive parasitando plantas, animales e incluso otros hongos. A grandes rasgos podríamos considerar dos tipos de micobiotas diferentes: los hongos de zonas templadas que se pueden encontrar en los bosques de encinos y pinos de las sierras y los Altos de Chiapas, y los hongos de zonas tropicales, que se pueden encontrar tanto en selvas secas como selvas húmedas de las tierras bajas.
La población rural en el estado de Chiapas sí reconoce la importancia de este recurso y lo aprovechan de diversas maneras, con mayor énfasis durante la temporada de lluvias. Actualmente Chiapas está entre los cinco estados con mayor intensidad de investigación etnomicológica realizada. Sin embargo, aún son pocas las comunidades con las que se ha trabajado. Hasta el momento se han realizado estudios en 18 comunidades, con siete grupos originarios (Tsotsiles, Tseltales, Tojolabales, Chujes, Mames, Zoques, Lacandones) y grupos mestizos.
Por lo general, las especies reconocidas son aquellas que tienen alguna importancia cultural, ya sea por algún uso directo (comestibles, medicinales, etc.) algún servicio que brinden o alguna relevancia dentro de sus mitos de origen.
Al respecto de los hongos comestibles, en Chiapas alrededor del 95% de las personas han consumido alguna vez hongos comestibles. Tanto en las zonas tropicales como en las zonas altas del estado este número es alto (97% y 90% respectivamente).
En el 2012 la UNAM realizó una investigación junto al gobierno del estado, en donde identificaron al menos 105 especies de hongos en Chiapas. En cuanto a hongos medicinales, en nuestro estado hay un registro de 36 especies para combatir o remediar distintas afecciones. Muchas especies de los llamados hongos gasteromicetes como Lycoperdon spp, Calvatia spp o Geastrum spp. se usan para combatir afecciones cutáneas (rozaduras, cortaduras, inflamación, erupciones y verrugas) gracias a las propiedades antihemorrágicas y antisépticas que tiene la gleba (tejido donde se encuentran las esporas) al ponerla directamente sobre la parte afectada. Asimismo otras especies, como Schizophyllum commune, Ganoderma lucidum (Curtis) P. Karst., o Ustilago maydis DC. Corda., se utilizan para estimular la producción de leche materna, para disminuir el dolor estomacal y dolor de cabeza, combatir los resfriados e inclusive para aliviar la tristeza.
De mayo a octubre aumenta el crecimiento y desarrollo de los hongos y por ende, la mayor época de recolección y consumo por parte de los pueblos originarios. Dentro de los síntomas por ingerir hongos no comestibles, encontramos que las intoxicaciones se complican porque inician como infección con diarrea, vómito y fiebre. «No aparecen inmediatamente después de comer el hongo, sino hasta 24 o 48 horas después», según el doctor Marroquín.
Existen registradas hasta el momento 43 especies consumidas localmente que son potencialmente cultivables, de las cuales solamente una se cultiva. Aunque existen instituciones que actualmente experimentan el cultivo en laboratorio de nuevas especies comestibles con cepas nativas, es indispensable promover con más fuerza estos estudios y más aún, la transferencia de estas tecnologías a productores rurales, cómo lo es el ejido Gral. Gabriel Leyva Velázquez de Las Margaritas.

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