Que mas pue… / Carlos Coutiño

Canudos y Chiapas

Aunque no soy muy asiduo a la lectura por los tiempos, encontré el libro de «La Guerra de Canudos» que se desarrolla en Brasil, incluso hay una película de ella, y luego en otro momento encuentro el libro de Mario Vargas Llosa que habla sobre «La Guerra del fin del mundo», el mismo explica que se basa en el primero.

         Pero es claro que lo que ahí se vive en esta lucha intestina de poderes, de los más fuertes contra los más débiles, de los empresarios y ricos contra los campesinos y pobres; es exactamente lo que vivimos en todas partes, Chiapas, Oaxaca, Guerrero por ser los más jodidos y en el Caribe y que decir de Centroamérica.

         En una de las revistas que localicé dice Vargas Llosa que lo que se vivió en el XIX es lo que se sigue viendo en el XX y XXI, narra pues como en Canudos, se presenta primero por su inicio dentro de lo que se conoció como el mercado económico mundial para el país de origen portugués.

         Al traerlo a México, veo que es exactamente lo mismo cuando el EZLN se lanza a San Cristóbal para reclamar la misma indiferencia gubernamental hacia los pobres e indígenas, como el tema de ese mercado llamado TLC.

         Pero también recuerdo que se nos indicaba de manera sugestiva que Marcos debía de quitarse la capucha, que no se podía hablar con alguien como él, ante la respuesta del Sub Comandante se fueron en contra del Obispo Samuel Ruíz, de monjas y sacerdotes, exactamente como ocurrió en Canudos, el enemigo era un predicador que sabía de cómo luchar.

         Curiosamente, quien manejaba todo era un periodista de aquella región, en Chiapas las cosas fueron diferentes, mientras se negaba el paso de ellos en los medios nacionales, en los locales tuvieron por necesidad abrir, aunque con las cautelas y señalamientos contra el alzamiento, una manipulación desventajosa.

         Otro punto de coincidencia, es que la prensa empezó a manejar que en los lugares así tal cual, «hay presencia de extranjeros, de güeros, que están ahí», vaya manera de imponer la misma frase para Chiapas y el EZLN, hay en efecto fotografías que no desmienten, pero pareciera que es la repetición de ese episodio brasileño, trasladado a México.

         Ya entrado en este tema, busqué entrevistas con Vargas Llosa en el internet y vi como el propio escritos peruano, dice que lo que conoció también en libros de esta guerra en Brasil, es lo que en la actualidad pasa en toda Latinoamérica; en un franco debate abierto, que da lucidez a lo que necesitamos escuchar.

         Luego entonces, podría pensarse no solo que la historia se repite, si no que podemos encontrar respuestas y desde luego una solución a todo ello, que sea aprovechada por la sociedad y no el gobierno.

         De hecho al leer una sinopsis del libro «La Guerra del fin del Mundo» de Vargas Llosa, podría entenderse claramente lo que pasa en este continente, darnos una visión profunda de lo que significa los levantamientos y como aceptar la inconformidad de los oprimidos.

         Pero considero que nos hace falta leer, tener ese deseo de aprender, de reconocer que los libros enseñan y lo hacen de una manera increíble, también necesitamos quien nos oriente para que la comprensión de los mismos no sea errónea.

Gobernadora

La Gobernadora Indígena, quien así se hace llamar en Chiapas y que no es propio de la entidad, si no hay otras que están haciendo lo mismo en otras partes del país, llama la atención dos aspectos, una que no es indígena y la otra como logra obtener recursos para así poder enviar sin problema alguno los beneficios a quienes se lo piden.

         La autollamada gobernadora indígena le pide al gobierno constitucional le proporcione mediante programas de fondo perdido, logra tal objetivo y con ello están ya realizando acciones muy concretas, como el beneficio a personas de escasos recursos, entre ellos viviendas, dotación de alimentos, incluso empleos.

         Como logra todo eso quien se denomina como tal, en primera debería ser una gestora y no gobernadora, pero finalmente el término puede ser secundario, ya lo vivimos con el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador quien incluso hizo su gabinete que terminó por nunca funcionar.

         Lo vemos ahora con Juan Guaidó quien se declara presidente de Venezuela, pero no tiene nada que hacer, pues el recurso para obras y demás, incluyendo sueldos, está en manos de Nicolás Maduro, que decir en Chiapas cuando en el 94 el propio Amado Avendaño hizo exactamente lo mismo.

         Es cierto que encontramos respuestas, de parte María Isabel Ramos Delgado, su nombre y que recorre sin tener un gabinete y sin tener un punto como corresponde de atención al público, pero que mediante de sus gestorías poco a poco lleva beneficios, pequeños pero que no logra avanzar en su objetivo de erradicar la pobreza en su gente.

         De acuerdo con los datos, es reconocida como una autoridad local, simbólica y tradicional, sin un valor real que le permita llegar a través de las elecciones normales; lo que es cierto es que se le ve y conoce poco.

         No es el hecho mismo de ser mujer, es que los indígenas saben que el gobierno está en la figura de Rutilio Escandón Cadenas y no en ella, la muestra es que las peticiones se van hacia el morenista que despacha en palacio de gobierno de Tuxtla Gutiérrez, no se ve una sola protesta, marcha, denuncia o cosa por el estilo en contra de quien se hace llamar gobernadora.

         Los indígenas en los Ayuntamientos y Congreso local, hablan de un gobernador a quien reconocen como tal, entonces no es que esté mal que haya quien pretenda ayudar y beneficiar a los demás y más pobres, si no que suena raro el encontrar términos y acciones que han rechazado antes, como he dicho, el que pidan al gobierno de Obrador por ejemplo el apoyo de programas de fondo perdido para que sean ellos quienes lo entreguen, como un intermediarismo finalmente.

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