Rectoria sorda e inoperante aviva «combustin interna» en la Unich / Hector Estrada

La lasciva práctica de mezclar el pago de deudas o acuerdos políticos con la irrupción en la vida interna de las universidades sigue teniendo graves consecuencias para las instituciones de nivel superior en la entidad chiapaneca. Hoy la Universidad Intercultural de Chiapas (Unich) padece el caos generado por una decisión de este tipo.

A menos de un año de darse el relevo de su directriz, la Unich  ha empezado a mostrar signos de «combustión interna». Está comenzando a arder como polvorín debido a la inoperatividad de una rectoría sorda, solapadora y hasta conflictiva que se ha empecinado en pasar por encima de los acuerdos y los derechos de los docentes y alumnos.
Las circunstancias hacen evidente que al nuevo rector Oswaldo Chacón Rojas, quien despegara su carrera política como secretario particular de Pablo Salazar, la universidad se le está saliendo de las manos, con conflictos que ya están traspasando las paredes de aquella institución enclavada en la región Altos de la entidad.
Uno de los casos más alarmantes e indignantes es el vivido por los estudiantes de la Licenciatura de Medicina con Enfoque Intercultural, quienes desde el año pasado han sido víctimas de los abusos cometidos por el profesor y coordinador de dicha carrera, Roque Galaz Vega.
Según consta en denuncias expuestas por los padres de familia, Roque Galaz ha arremetido contra los estudiantes a través de amenazas, agresiones verbales y actos de discriminación hacia el alumnado de origen indígena. Las arbitrariedades de este coordinador académico han llegado al extremo de atentar contra alumnas embarazadas que, simplemente, le resultan incómodas.
Quienes se han atrevido a denunciarlo ante rectoría se han convertido en las víctimas de las más graves consecuencias plasmadas en calificaciones reprobatorias o explosiones injustificadas. Todo gracias a la inmunidad y protección que Galaz Vega –asegura- tener por parte del rector Oswaldo Chacón. Una realidad que lamentablemente parece darle la razón.
Los padres desesperados hoy piden a gritos de intervención de las autoridades estatales, la acción urgente de «los dueños del poder» que ahora deberán remediar las consecuencias de una mala decisión que ha encumbrado a un rector quien de nada le ha servido sus posgrados en Derechos Humanos.
Apenas el pasado 14 de enero el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Intercultural de Chiapas (SUTUnich) denunció el incumplimiento de los acuerdos firmados en diciembre, además de la gobernabilidad institucional y el intento de modificación al decreto de creación.
A todo esto se le suma las acusaciones contra Chacón Rojas por presuntos despidos injustificados a personal académico y administrativo, así como la contratación y colocación de nuevo personal sin los perfiles necesarios para ocupar dichas plazas.
Hoy son varios los señalamientos que deberán colocar a Oswaldo Chacón en la mira de las autoridades para que de una vez por todas se deje de solapar su ineficiencia y arbitrariedades dentro de una institución universitaria de noble misión que, ahora, pide a gritos seriedad, orden y justicia para evitar que la olla de presión termite por reventar.

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