Reflexin sobre el 3er informe de gobierno / Raúl Eduardo Bonifaz Moedano

Ayer, el Gobernador del Estado, el Doctor Rutilio Escandón Cadenas rindió su tercer informe de gobierno ante esta soberanía. Fue un evento formal, serio y un verdadero ejercicio de transparencia. El informe fue la lectura de un documento veraz y sobrio, en donde no abundan las cifras alegres ni la intención autocomplaciente.

​A reserva de revisar puntualmente las acciones del gobierno durante el presente año y los logros acumulados en el trienio, podemos decir que el gobierno del Dr. Rutilio Escandón, ha cumplido con sus promesas y que sus propósitos para el futuro se empatan con las aspiraciones de los chiapanecos.

Antes de la glosa a la que está obligado el Honorable Congreso del Estado, puedo adelantar que hay acciones destacadas en todos los renglones de la administración pública en Chiapas. Hay varias acciones que podrían señalarse como sin precedentes en la historia de la administración de los gobiernos en el estado.

Se destaca la nueva filosofía política del Gobernador. Se busca, ante todo, la transparencia y para usar las palabras de don Daniel Cosío Villegas, hacer público lo que es público. Gobernar es, ante todo, dar cuenta y razón de las obras, de su pertinencia y de los costos que implican para el erario público.

El Gobierno de Chiapas ha hecho un extraordinario trabajo para evitar la erosión de los recursos públicos. Ha seguido el ejemplo del Presidente López Obrador en evitar los gastos innecesarios. Se ha establecido una estrategia de austeridad, sin apretar a los ciudadanos de todos los rincones de nuestra geografía. Si los recursos son pocos, se debe hacer más con lo que se tiene.

Junto a la austeridad, el gobierno chiapaneco ha construido un marco jurídico y político para evitar la corrupción que es uno de nuestros males endémicos. La corrupción ha sido parte de nuestro sistema político, aunque algunos pensadores han dicho que el sistema político mexicano ha sido la corrupción.

Había existido, como ya lo hemos apuntado aquí alguna vez, una cultura patrimonialista en muchos funcionarios. Es decir la idea de que el cargo público se convierte en un patrimonio privado y que, por eso mismo, es una vía para acumular dinero y privilegios. El problema no solamente ha estado en la superficie, sino que forma parte de una ominosa cultura que, por desgracia, fue bastante compartida.

Por esa razón, se necesita una voluntad bien templada y una intención auténtica para ir construyendo un arreglo de Gobierno sin corrupciones que sean el lubricante del desempeño público. Se necesita intención y liderazgo a toda prueba y esos elementos están en la persona y el Gobierno del Doctor Escandón.

Como lo señaló el representante del Presidente de la República, el Maestro ZoéRobledo, Director del Instituto Mexicano del Seguro Social. El gobernador Escandón tiene una larga trayectoria dentro del pensamiento progresista. Es decir, es un hombre comprometido con la aspiración de crear una sociedad más justa, más equitativa y más solidaria en la búsqueda de mejores horizontes. En materia de mentalidad social, Rutilio Escandón no es ningún improvisado: su vida siempre se ha relacionado con las mejores causas humanas.

Hay algunos temas que interesan más a los chiapanecos y el de la seguridad pública es uno de ellos. En este renglón, los resultados han sido apreciables, aunque sabemos que el problema es más complejo. Sabemos que el asunto de la seguridad va más allá de barandillas y agentes del ministerio público.

Por esa razón, los avances que se tienen se corresponden con un esfuerzo de dimensiones mayores. Se ha avanzado en la seguridad de las ciudades y de nuestras regiones rurales. Los cuerpos de seguridad han actuado sin atentar contra los derechos y la dignidad de los ciudadanos. El camino represivo es fácil, pero la sabiduría consiste en buscar y encontrar opciones eficaces y con menos violencia.

El Gobierno de Chiapas sabe que no puede haber bienestar sin seguridad para todos los ciudadanos. De nada valdría un progreso material en un escenario de ánimos temerosos. Por eso mismo, debemos reconocer el esfuerzo que se hace y los frutos que vendrán más temprano que tarde.

El bienestar social no solamente es una esperanza para Chiapas, sino un ejercicio diario. Por ejemplo, se ha llevado el apoyo alimenticio a cientos de miles de chiapanecos, especialmente a niñas y niños en las regiones y los sectores sociales más vulnerables. En este rubro, hay más de un millón y medio de beneficiarios.

El Gobierno ha trabajado en la reconstrucción de viviendas dañadas por los sismos. En este caso, como en muchos otros, la naturaleza se ensañó con los chipanecos menos favorecidos en el desarrollo social. Las víctimas han sido los más pobres y, por eso mismo, es urgente apoyarlos en la reconstrucción de su ya de por sí escaso patrimonio.  Las cifras que nos da el informe son aceptables.

​Se ha apoyado a las mujeres, que forman el 50.2 por ciento de la población en el estado. Los apoyos han sido diversos, pero con una sola intención: reducir la desigualdad material y apuntalar la dignidad de las chiapanecas en todos los puntos de nuestra geografía. La violencia de género es un subproducto de la discriminación y de las impunidades.

Uno de los rubros más importantes en el informe es el que se relaciona con la salud. En el caso del Covid 19, los avances en la vacunación han sido considerables, con el apoyo del IMSS y de las reconversiones hospitalarias. Esta acción coordinada entre el estado y la federación ha rendido frutos que, aun dentro del drama, nos reconfortan: Chiapas es el estado que más tiempo ha permanecido en color verde y es uno de los espacios con menos mortalidad en el país.

Se destaca la reducción del número de muertes maternas. En 2018 teníamos el número más alto en el país. Hoy, el escenario ha cambiado y ocupamos el lugar 27. Por supuesto que aspiramos a llegar más lejos.

Desde el Congreso, me permito ofrecer mi colaboración para las acciones que siguen.

Así, podríamos revisar otras líneas del informe. El referente a la política económica, educativa, cultural  y de servicios públicos. Podríamos referirnos al apoyo  a las pequeñas empresas impactadas por los efectos de la pandemia; la regularización en la tenencia de la tierra y la construcción de una infraestructura urbana más eficiente.

La glosa del 3er informe de Gobierno  es responsabilidad de las secretarias y de los secretarios de Estado va a mostrarnos las cifras. Nos vamos a enterar de las líneas cuantitativas, pero los chiapanecos no somos  estadísticas. Somos humanos con preocupaciones y sueños. Por eso es válido tomar en cuenta la intención y la buena ética de la administración pública.

Los chiapanecos así lo merecen. Con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, así lo esperan y Con el gobernador Rutilio Escandón así se trabaja. Muchas gracias.

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