Ruta Melgar / Rodrigo Ramn Aquino

Tras años en la iniciativa privada, específicamente como director general del Proyecto 40 (Canal 40), filial de Tv Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, el tapachulteco Luis Armando Melgar Bravo volvió al estado en 2011 como presidente de Fundación Azteca Chiapas. Un año de «altruismo» le alcanzó para estar en la negociación de las fórmulas al Senado.
No es secreta la fructífera relación comercial entre el exgobernador Juan Sabines Guerrero y el presidente del Grupo Salinas, tampoco su amistad personal con el entonces aspirante puntero al gobierno de Chiapas, Manuel Velasco Coello, lo que valió, sin mayores resistencias, que Melgar encabezara la primera fórmula por la alianza PRI-PVEM.
Hijo de un priista de cepa al que sólo le faltó ser gobernador, Luis Armando optó durante los primeros cuatro años como senador de la República por ser aliado incondicional del presidente Enrique Peña Nieto y del gobernador Velasco. Defendió y votó a favor las reformas estructurales y aplaudió las acciones del gobierno chiapaneco. Hoy critica las consecuencias.
Sin ningún otro cargo de elección popular, LAMB aceptó ser senador para buscar ser gobernador. De menos a más, hoy disputa las preferencias verdes y su disyuntiva es: permanecer en el partido oficial y competir por encabezar una amplia alianza sin el PRI —no es el escenario prometido— o apostarle todo a la influencia que pueda tener la posición privilegiada de Esteban Moctezuma al lado de AMLO y convertirse en externo de Morena.

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