Se vivi una distorsin del tiempo: si ya pasaron dos años del primer caso de COVID-19 en Mexico

Aquí­ la vida es: casa-hospital / hospital casa. Puro trabajo. No hay a dónde ir, no hay escapatoria. Una caminata de pronto. Sin familia, sin animales y con un amigo. Todo se ha pospuesto. Pandemia demoledora. Chingó todo.

El aislamiento afectó la percepción del tiempo de las y los mexicanos

Fabiola Méndez / Aquínoticias

Han pasado casi dos años del inicio de la pandemia y el sentido del tiempo se distorsiona a escalas pequeñas. En un día divertido pareciera que vuela, pero las mismas horas son largas si hacemos algo aburrido o esperamos en la sala de un consultorio.

De acuerdo con Saúl Ramos Sánchez, investigador de física teórica del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de México, es muy difícil hablar sobre el concepto de tiempo: «Nosotros estamos acostumbrados a medirlo cuando observamos el cambio de las cosas, cuando un objeto cae vemos que está moviéndose hacia abajo y así es como nosotros medimos el tiempo».

El investigador detalló que en física el cambio de las cosas se mide desde el punto de vista de la termodinámica, a través de un concepto complejo como la entropía. Conforme más complicadas se vuelven las cosas, mayor es la entropía de un sistema y todos los sistemas físicos del universo, desde el inicio hasta ahora, se van complicando cada vez más. «Medir la entropía de algunos permite de cierta manera saber cómo va transcurriendo el tiempo».

Para entender más sobre el concepto de tiempo, el también autor de Relatividad para futuros físicos explicó que la teoría de la relatividad de Einstein, en su versión limitada de la relatividad, demostró una manera sencilla de cambiar la percepción del tiempo. Se refiere a puntos de vista de personas diferentes: un individuo totalmente en reposo y otro moviéndose rápido.

«Si una persona va muy rápido, desde el punto de vista de alguien que está completamente detenido, el tiempo de la persona rápida corre más lento, eso quiere decir que la persona que va muy rápido, si lleva un reloj, dice: ya pasaron 10 minutos, mientras que la otra señala: no, espérate, pasó mucho más, una hora; depende de la velocidad de la persona».

Por otro lado, desde la psicología el tiempo es la percepción del cambio. De acuerdo con Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la misma casa de estudios, en el momento en que percibimos que hay un cambio es cuando sé es consciente de ese tiempo y, por lo tanto, también es una percepción totalmente subjetiva que tiene variables como la edad, posición económica, tipos de actividades que se realizan y la estructura social.

Asimismo, explicó que en una sociedad presentista como la occidental hay gusto por la inmediatez y se valida el tiempo en función del número de actividades que se hacen, «cuando entramos en una situación de pandemia y confinamiento se nos hace que de repente no hicimos tantas cosas porque no hubo cambios, nuestras actividades fueron constantes».

Al referirse a la diferencia de percibir el tiempo entre un niño y un adulto, Trujillo Correa indicó que cuando se tienen cinco años una semana o un año se hace muy largo debido a que un año de vida a esa edad representa 20 por ciento de lo que se ha vivido, «es muy probable que tengas muchos marcadores, porque estás aprendiendo, observando y asimilando mucha información. Y sucede lo contrario cuando se tienen 40 o 50, porque ya conoces más cosas y no generas marcas de novedad; por eso sientes que la vida se va rápido».

La vida cambió para todos en el aislamiento

El lunes 23 de marzo de 2020 el gobierno de México dio inicio a la Jornada Nacional de Sana Distancia por la llegada al país del virus del SARS-CoV-2, que incluyó la suspensión de clases y de actividades no esenciales, cancelación de eventos masivos, así como la petición a la población de evitar aglomeraciones, aislarse en sus casas, mantener un alejamiento físico para disminuir el riesgo de contagio y proteger a los adultos mayores.

Dicha medida afectó la percepción del tiempo en la población, como Elizabeth Trejo, comerciante de la zona de Polanco, quien no sólo dejo de percibir ingresos al cerrar su puesto ambulante de tacos de guisado, también la afectó anímicamente. «Para mí fue un golpe muy duro, porque al estar en casa 24 horas al día sentía que me asfixiaba esa quietud, esa paz. Aunque decían que en casa se puede hacer cierto ejercicio y demás, lo intenté, pero realmente ver las mismas paredes 24 horas fue un trauma, realmente yo me sentía desesperada, angustiada».

Algo similar le pasó a Fidel Castillo, contador de profesión, «para mí fue muy desesperante porque siento que el tiempo va pasando muy, muy despacio». En tanto, emociones como el estrés, el aburrimiento, la tristeza y la depresión están asociadas a sentir que el tiempo pasa lento, pero en realidad la modificación del tiempo en pandemia depende de cómo cada persona construye su vida.

«Si tú generaste indicadores de que en tu vida iba pasando el tiempo, aun cuando hayas estado en el confinamiento, se te hizo que pasó mucho; sin embargo, si no lo hiciste porque para ti todos los días eran lo mismo: te levantabas, te bañabas, veías Internet y te volvías acostar y te volvías a levantar y veías el Internet, pues sí, no solamente el 2021, toda tu vida se te puede pasar de largo», sostuvo Trujillo.

La falta de socialización con amigos y familiares, de celebraciones importantes, que sirven para marcar el paso del tiempo derivó en un cambio en su percepción, pero también fue una oportunidad para reencontrarse. «Inmediatamente empezó el discurso de que el confinamiento sería una especie de castigo; en cambio, de repente mucha gente lo que tuvo fue tiempo para pasar con su familia», concluyó.

¿Tú cuánto tiempo has sentido que has vivido en pandemia?

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