Senadores / Rodrigo Ramn Aquino

Manuel Velasco Coello seguirá siendo gobernador de Chiapas los tres meses que quedan de sexenio para cultivar vínculos políticos con los gobernadores salientes y entrantes; es el liderazgo en la Conago —para lo que necesita seguir siendo gobernador— el que le provee de oportunidades envidiables. No se olvide que una de las principales estrategias de Velasco es no pelearse con nadie y, por el contrario, sumar aliados a su causa. Tiene talento para eso.
Como es normal en cada fin de sexenio, los puntos con la gente bajan, hay decepción, hay enojo, hay desgaste. Claro que si a eso se suma la falta de infraestructura de trascendencia, el adeudo generalizado a proveedores, la falta de empleo y el exagerado éxito electoral del hoy también senador plurinominal y coordinador de bancada verde, pues tampoco puede y tampoco creemos que espere aplausos o sonrisas fingidas. Pero le conviene y lo va a hacer.
Mientras tanto, el espacio de la primera minoría de Chiapas en el Senado sigue sin ocuparse. Pueda tomar protesta o no, a Noé Castañón las circunstancias le arruinaron ese primer día en la Cámara Alta en el que todos sonríen, se felicitan y se toman las fotos que cualquiera querría recordar. Por supuesto que tiene que responder por los presuntos agravios a su familia, pero la coincidencia en tiempo y espacio con su asunción no puede dejar de mencionarse.
Y en el caso de la fórmula de mayoría integrada por Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León Villard, se observan comienzos diferenciados. El moreno (así pretenden llamarlo sus publicistas) está afianzando su relación con Ricardo Monreal. El favor de su coordinador de bancada le permitirá condiciones de crecimiento y protagonismo. Sasil, en cambio, es la coordinadora del PES, y se aprecia más cercana a Osorio Chong, a cuyo lado se sentó en el VI Informe de Enrique Peña Nieto.

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