Disfrutar de una deliciosa cerveza fría siempre será una buena experiencia, pero puedes enriquecerla aún más si sigues estos consejos que hemos preparado especialmente para ti.
No compres cerveza que esté expuesta al sol
El calor y la luz pueden estropear el sabor de la cerveza, pues la levadura se altera con estos dos elementos, particularmente con la luz, además parte del lúpulo se degrada, produciendo moléculas de sulfuro que la alteran, haciendo que la cerveza se ponga rancia.
Por esto es que la mayoría de las cervezas están empacadas en una botella oscura. En caso de que la cerveza esté en un envase transparente, mantenla alejada de la luz para que conserve su delicioso sabor.
Revisa la etiqueta de tu cerveza
Seguramente tendrás una cerveza favorita, pero, existen tantas variedades de cerveza que puedes disfrutar, y la mejor forma de distinguirlas es a través del color, y, por supuesto, de la etiqueta, pues en ella deben aparecer los ingredientes.
La cerveza rubia por ejemplo se fabrica fermentando el grano germinado de la cebada o de la malta, al que se le da un tostado suave inicialmente, para que se pueda transformar en azúcar y luego en alcohol.
La cerveza negra utiliza los granos más tostados, que le dan su típico color, siendo más calórica, y, además, teniendo más grados de alcohol.
Las cervezas artesanales, además, pueden agregar elementos especiales al producto, para darle un sabor distinto y especial, como la miel, chocolate, limón, picante, o coco… realmente diferentes y deliciosas.
Además, también es importante que revises el porcentaje de alcohol del producto. Las cervezas oscuras por supuesto tienden a tener niveles altos, por lo que con una menor cantidad de ellas puedes quedar bastante mareado, la de menor contenido de alcohol tiene entre un 0 y un 1% y la de mayor contenido, un 57.8%, ¡realmente asombroso!
Controla la temperatura, para disfrutar tu cerveza
Para disfrutar aún más de tu cerveza, debes saber que cada una, dependiendo de sus grados de alcohol debe estar a una temperatura diferente.
La cerveza debe disfrutarse fría, pero ya que es una bebida viva, con microorganismos que se encargan de los aromas y sabores, dejarla a una temperatura muy baja solo alterará su sabor, además si tus papilas gustativas están muy frías, no percibirás adecuadamente los sabores, por lo que debes vigilar que tu bebida tenga una temperatura adecuada.
Las cervezas oscuras se deben servir entre 3.5 y 5° C, mientras que una Large debe estar entre 4 y 6 grados, las Ales deben estar entre 7 y 10 °C, todo para que no se desprendan las sustancias aromáticas del producto, así podrás disfrutar notablemente de su sabor.
Un truco para enfriar rápidamente la cerveza es tomar una servilleta de papel y mojarla para rodear con ella la lata o botella de cerveza, y luego meterla al congelador, en 15 minutos tu cerveza estará lista para disfrutar.
Sirve la cerveza ¡con buena espuma!
Muchos creen que la espuma en la cerveza no es necesaria, sin embargo, juega un rol bastante importante en el sabor y aroma de esta bebida.
La espuma es el resultado de la fermentación, pues cuando la levadura comienza a descomponer los azúcares y almidones, el mosto cervecero, es decir, el agua con el azúcar de la cebada, comienza a liberar alcohol y dióxido de carbono, lo que hace que la cerveza tenga esa gasificación natural.
Cuando se empaca, la cerveza no tiene esta espuma, pero, cuando se sirve esta vuelve a aparecer, y si la sirves en un ángulo de 45 grados, tendrá suficiente de ella, sin botarse del vaso, evitando a su vez que se pierda la carbonatación, acentuando su sabor.
Curiosamente, la cerveza importada hace un poco más de espuma, pues, en general, permanece más días almacenada en las bodegas, que son un lugar seco y fresco, permitiéndole envejecer un poco más de tiempo, de forma lenta.
Por último, toma siempre la cerveza en vaso de vidrio, ya que ese momento en el que sirves la cerveza le aporta algo de oxígeno, haciendo que su sabor se acentúe, además el vidrio conserva mejor el frio dándote una sensación excelente al probarla.
