Turismo y pandemia / Claudia Corichi

América Latina fue la región más afectada por la pandemia; el impacto que tuvo el confinamiento incrementó ostensiblemente la carga de cuidados que realizan las mujeres.

La Cepal nos informa que 6 de cada 10 mujeres en América Latina estaban empleadas en sectores económicos relacionados con comercio, manufactura y turismo que tenían mayor riesgo de pérdida de empleo. Esas actividades padecieron las medidas iniciales de confinamiento, pues se les obligó a su cierre inmediato y permanente. Además de ser sectores feminizados, tienen altas tasas de informalidad, bajas remuneraciones y bajo nivel de calificación.

A propósito del asueto por Semana Santa que es una de las mejores épocas del año para la actividad turística, conviene destacar su importancia en el crecimiento económico de nuestro país; en 2020 -primer año de la pandemia- representó el 6.7% de participación en el PIB nacional; un año antes fue del 8.5%.

El 50% de la composición del PIB turístico corresponde a alojamiento, restaurantes y bares. Para 2020, los puestos de trabajo en el sector turismo, generaron alrededor de 2 millones de puestos de trabajo.

Para tener una idea del impacto de la pandemia en esta actividad, es preciso señalar que durante 2020, el sector turismo presentó una caída de 25.4%, mientras que el total de la economía disminuyó 7.9% para el mismo año. La disminución se explica principalmente por el cierre de actividades económicas consideradas como no esenciales por las autoridades sanitarias del país, como los servicios de alojamiento, restaurantes y bares.

El turismo se ubica entre los primeros cuatro rubros de mayores ingresos después de las remesas, la Inversión Extranjera Directa y exportaciones de petróleo; el ingreso por turismo internacional fue de 18 mil 517 millones de dólares.

La pandemia trastocó los mercados laborales y provocó un retroceso sin precedentes de la igualdad de género en el trabajo; golpeó a sectores que tradicionalmente empleaban a mujeres: prestación de servicios, hotelería, comercio y turismo, por lo que su regreso al mercado de trabajo será mucho más lento que el de los hombres.

El esparcimiento y la cultura son fundamentales en la vida de las personas, porque son parte de su desarrollo humano. El turismo es parte de esa ecuación y además un sector estratégico de la economía.

Hoy más que nunca, debe avanzarse hacia la incorporación del enfoque de género en las políticas de recuperación económica provocada por la pandemia, especialmente de la llamada industria sin chimeneas que emplea a miles de mujeres.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *