Llegaron a su final las campañas a diputaciones federales. Diez para las doce, los candidatos y candidata de la alianza PRI-Verde siguen a la cabeza en las preferencias, de acuerdo a reconocidas casas encuestadoras.
Lo que se antoja una aplanadora para el próximo 7 de junio, sólo podrá ser contrarrestada si la invitación del senador Zoé Robledo es atendida: que las fuerzas políticas opositoras y sus simpatizantes no sólo lleven a cabo un voto efectivo, sino útil. Que voten justamente por el candidato o candidata que se encuentre más cercano al puntero, y con ello se logre una contienda real.
Robledo nos dice que el voto útil no renuncia a militancias o simpatías, posibilita cambios. El voto útil es el motor de la alternancia y de la evolución democrática. El voto útil propicia triunfos, pero también garantiza la derrota de quien no queremos que nos gobierne.
«No es opción —nos explica en su reciente artículo— ni el abstencionismo que calla y otorga, ni el anular el voto en aras de que desde la urna surja un grito de protesta. Un voto anulado es una nulidad de voto. Expresa malestar, pero no impacta en la conformación ni de los gobiernos ni de los congresos. Como lo apunta muy bien José Woldenberg, el voto es para decidir, su esencia es electiva. Para expresar malestar hay muchas opciones, para definir quienes nos gobiernan solo hay una.»
Yo agregaría que particularmente estas elecciones son de alto riesgo. No sólo pone en jaque a nuestra incipiente democracia la vigencia de prácticas que facilitan el fraude electoral por parte de los partidos políticos (tenemos una autoridad electoral que estará encargada prácticamente de vigilar a los tramposos), también nos enfrentamos al creciente desencanto por la política y el sistema de partidos, por lo que la sombra del abstencionismo gana adeptos; y por si fuera poco ahora otros actores, como el magisterio o el crimen, amenazan con boicotear nuestras elecciones.
A este paso, emitir nuestro sufragio no sólo es un derecho o una obligación, sino hasta resulta un acto de valor. Así que si este domingo vamos a las urnas pese a todos los pesares, hagamos que nuestro voto cuente, que nuestro voto ayude a elegir, que nuestro voto provoque los cambios, que nuestro voto sea útil.
Ágora
La oferta política eficaz debe simplificarse en un solo concepto. Es decir, que tanto el candidato o candidata será mejor recordado si confecciona su mensaje y propuesta principal en los términos más claros y sencillos posibles.
Cuando se hacen muchas promesas diferentes entre sí, la gente no recuerda ninguna. Se cierra ante la confusión que le representa la multiplicidad de ofertas de campaña y ello propicia la abstención del voto.
Un solo concepto logrará concentrar la atención pública y será más fácil y por mayor tiempo recordado (Regla 17, Ricardo Homs).
Corrillo
Podrá caerle mal a muchos, y cuando digo a muchos es a muchos, me consta, pero nadie puede negar el crecimiento político de Carlos Penagos Vargas en los últimos años. Ya se le puede considerar transexenal. Su paso por la Secretaría de la Juventud, Recreación y Deporte en la actual administración le restó muchos negativos de aquella imagen de empresario nocturno que, de a poco, ha ido dejando atrás.
Su perfil se enmarca muy bien en la tendencia verde de hacer política en el estado. Sus habilidades como operador, cabildero y coordinador de estructuras le han ido abriendo brecha hasta tocar esferas encumbradas. Volverá a ser diputado local, todo está prácticamente planchado para que así sea. Y en el Congreso del Estado será uno de los hombres fuertes de Eduardo Ramírez Aguilar. Sus carreras caminan desde hace un tiempo en paralelo.
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