Alvarado, donde cada quien tiene su historia… / Ruperto Portela Alvarado

Foto: Ilustrativa

+ Homenaje a mis personajes favoritos…
+ La vida de cada alvaradeño que se debe contar…

Siempre quise escribir un libro que se llamaría «Mis Personajes Favoritos». Todavía no he tenido el tiempo necesario para ocuparme plenamente en el conocimiento de vida y obra de cada uno de ellos, pero sé que «en Alvarado, cada quien tiene su historia de vida que bien podríamos contar». Los viejos tiempos, que son los míos, dejaron muchas historias por escribir y que se han ido olvidando.
Me temo que las nuevas generaciones no se acuerden de Micaelo, un señor que empujaba su carretilla donde llevaba un perol con ricas nieves que pregonaba según su sabor. Don Vicente, como verdaderamente se llamaba Micaelo, fue todo un personaje de la calle, alegre y contagiosa que invitaba a comprarle sus helados. Decía: «de piña para la niña», «de fresa para la duquesa», «de melón para el señor». Todo un personaje.
Pocos habrán conocido a Regino Yepez «Cardenal» que se distinguía por su robusta, alta, atlética figura y su espesa barba. Siempre llevaba de compañía a Petra Pastrana cuando vendía paletas de las que hacía don Moisés Coronado «Don Moy». Regino «Cardenal» también se dedicaba a barrer las calles con su adorada Petra Pastrana, con quien se paseaba a pesar de tener a su esposa doña Juanita Herrera.
A Luis «La Osa» lo recuerdo montado en su caballo; de recia y bragada figura que imponía allá por su extenso terreno que tenía en la calle «Bravo» muy cerca del parque deportivo «Miguel Alemán». Seguro que Luis «La Osa» fue un todo un personaje; pero hubieran conocido a mi tía Juana Bravo Portela, una mujer de «ovarios» que se imponía ante la autoridad. Una vez a un comandante de la policía que le decían el «Diablito», por su corta estatura, Juana Bravo le sorrajó una sandía en la cabeza. Fue cuando le dijo y quedó grabado en la memoria alvaradeña: «a mí ni la ver.. me pelas». Ahora solo se dice: «como dijo Juana Bravo».
Del baúl de los recuerdos, en el pasado artículo saqué a varios personajes que me hacen revivir mis buenos tiempos de juventud en la música y el baile como lo fueron aquellos que gozamos con el «Conjunto Puerto Rico» del conocido «Negro Mambo». A eso mi hermano de ombligo, porque su mamá Socorro Palencia nos cortó el cordón umbilical a todos los de nuestra familia, Franklin Hernández Palencia me manda estos datos complementarios desde la Ciudad de México:
Hola muy buen Artículo, sobre todo lo del Negro ya que no solo hizo lo que mencionas, sino que además puso la primera vulcanizadora. En cuanto los que posiblemente no recuerdas esta Santiago Caguilla, el apellido no lo recuerdo; su papa también cantaba. Ellos vivían junto a don Amadeo Cruz. Trompetista bueno Marco Vinicio, un muy gran bohemio vivió en la Ocampo. Por la casa de los Zamudio, un señor llamado Miramón y un conjunto que no salió mucho a tocar pero sonaba bastante bien.
Mira en el piano a Luis Zamorano (apodo Huicho); en las tumbas Millo Cagahay, en las maracas Arturo Ramos, en los fierros Moisés Ramos y la voz fue Santiago Caguilla. Y el mejor trio los Hermanos Silva con Albino el «Abogado» como primera voz. Siento no recordar el nombre de la persona que te menciono de la calle Ocampo, ya que varias veces en el malecón de algún modo convivimos.
Pero todo lo escrito por ti carnal es verídico.
En lo personal baile en todos esos sitios. Saludos sin mentadas solo saludos jajajajajajaja».
Entre los panaderos distinguidos de Alvarado hay que anotar a Kapla, de quien voy a investigar su nombre, porque como ya dije, en Alvarado se pierde el nombre y se les conoce más por sus apodos. Y recuerdo esto porque quienes vendían sus panes, gritaban por la calle: «budines, tongoleles, pastel suizo, tortas de coco, merengues a veinte». Entre estos personajes hay que mencionar a mi tío Ángel Lara Portela «Macaje»; a los Lara que hasta hoy siguen haciendo pan y exquisitos pasteles de las manos de sus hijas, que no pierden el toque tradicional.
Panadero también, Ricardo Tiburcio, el mismo que después fue patrón de pesquería, pero que era folclórico y valemadrista. Una vez se cortó el pelo como los cherokes, rapado de los lados para salir en una comparsa de carnaval; además, cuando se echaba sus copiosas, regresaba a su casa caminando y cantando por toda la calle madero. También panadero fue Elbo, el esposo de la Negrita que tenían su panadería en el barrio del Tigrillo de la Sotero Ojeda.
De panaderos no me debo olvidar de Felix Figueroa «Pulgar», padre de mi amigo Rafael Figueroa Zamorano al que le heredó el apelativo y más bien le conocen como «Fallo La Pulga». Por cierto, él también es todo un personaje pues aprendió de su padre «Pulgar» el oficio de la panadería, pero también aprendió la albañilería de la que fue maestro albañil y estudió radiólogo. Sé que trabajó un tiempo para el Seguro Social y no le pagaron algunos meses, por lo que volvió a lo que verdaderamente es suyo, la panadería.
Pero no quiero olvidarme de aquel dicho que decía: «tas más jodido que Perico Aguirre». Y me viene a la memoria aquel señor peluquero que vivía en la esquina de Sotero Ojeda y Aldama de nombre «Pedro Aguirre» que, hasta donde yo lo conocí, fue un personaje serio, honesto y honrado; con ciertas limitaciones económica, como la mayoría de los alvaradeños de aquellos tiempos cuando el peso tenía peso y valor. Mis respetos para don Pedro.
De los zapateros buenos de aquellos tiempos, mi papá, Celedonio Portela Sánchez que además era el único que hacía chinelas (sandalias de piel) que vendía por docenas a Isidro Rivera, dueño de la tienda «La Nueva Norma», y al señor Alceda el de la «Sorpresa» que eran las más grande del pueblo. Por supuesto que en este renglón hay que mencionar a «Lapio», cuyo nombre de pila era Higinio Terrazas y además, uno de sus hijos heredó la profesión con muy buen tino. Ahora ya hay otros zapateros que están haciendo muy buen trabajo y algunos se encuentran en el mercado municipal.
Pero no tendría que dejar fuera de este comentario a mi amigo «Fito el Naylon», quien lo primero que heredó de su mamá «Juanita la Naylon» fue el apodo. Y fíjense en las cosas, tengo casi cincuenta años de conocer a Fito y apenas sé que su nombre de pila es Rodolfo Senerín. Pero eso no quita la estima que le tengo al que fue el mejor buzo de Alvarado y quizá de muchos pueblos a la redonda. Ahora Fito es el gerente general de la empresa «Hog Dogs and Company» que se localiza en la esquina de «Doctor Luis E. Ruiz» y «Calle Juárez». Les recomiendo unos deliciosos hod dogs o unas hamburguesas que están de rechupete que salen de las manos de él y de su señora esposa.
Pero qué lástima que ya no se vendan como antes las jaibas rellenas como las que hacía mi tía María Antonia Cruz Portela y que vendía en el atracadero del ferry «Garcia» el que le decían el de la pata de elefante y que ahora me dice mi primo Toño Rodríguez que se llamaba Emilio García Carpio. Recuerdo también la figura regordeta de José García, que fuera comandante de la policía o la de Canuto que después de ser policía andaba pescando, y una vez que le tocó hacer la comida, le puso a la cazuela una taza de arroz por cada uno de los pescadores y cuando eso empezó a hervir, atrapaba hasta con el sombrero los borbotones de arroz. Por eso digo que en Alvarado todos tenemos una historia que seguramente, cuando el tiempo lo permita, voy a escribir con todos sus detalles un libro que se llamará «Mis Personajes Favoritos» que entre los alvaradeños hay como arroz…

Con un saludo desde estas tierras del pozol, el nucú, la papausa y la chincuya…

Para contactarme: rupertoportela@gmail.com.

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